INMOVILISTAS, APERTURISTAS, REFORMISTAS Y RUPTURISTAS.
Principios básicos del movimiento civil: ciudadanos ,
como regeneración, participación, transparencia, reestructuración, requieren
para su puesta en marcha, que al unísono , el “modelo de ganar dinero” varie,
que los mecanismos de promoción o ascenso social varíen, de manera que el
actual modelo basado en el enchufismo, clientelas políticas, puertas
giratorias…por el cual, los que están dentro de la nomenclatura ganan dinero y
ascienden como por ejemplo ese empresario agrícola que sabe más de subvenciones
que de agronomía o del promotor inmobiliario que se mueve como pez en el agua,
en una gerencia de urbanismo, deje paso a un modelo basado en el esfuerzo, la
innovación, el merito, el talento, la
eficiencia, el ahorro………y para ello es necesario articular medidas, que fomente
estos parámetros mencionados, lo cual implica, el ascenso de fuerzas políticas,
que lo promuevan, tanto desde el exterior del sistema de partidos políticos,
que empujan por la renovación, por la reforma; pero también, hay que aprovechar
las voces disidentes, que hay desde el interior del sistema, que propugnan
reformas, por difícil que cueste creerles.
Este cambio de modelo social, no se alcanza por Ley,
decreto ley u otras normas, sino por cambio social.
El modelo político actual, nacido de la transición está
agotado y con ello la neo restauración borbónica y no por lo que se hizo mal en
aquel entonces, sino por lo que no se hizo, en su desarrollo o andadura.
El agotamiento de la neo restauración borbónica, habida
cuenta de la perdida de magia que tenía nuestra monarquía al aplebeyarse, al
tener primacía la razón personal a la razón de estado es reflejo de ese cambio
social aludido, ya que ni se tiene ni se sostiene más y los resultados
electorales lo reflejaran, con la ruptura del bipartidismo, con la atomización
del voto, que hará el país: ingobernable, sino se implanta una cultura política
de consenso.
Si los aperturistas no abren las compuertas a los
reformistas, para la regeneración, vendrá la ruptura (rupturistas:
podemos), por propia lógica de la
dinámica histórica.
Necesitamos que el talento, que la innovación, y el
ahorro, que a fin de cuentas será, lo
que nos saque de la crisis, se puedan desplegar y para ello, se requiere un
escenario dominado por la razón y el sentido común. Necesitamos un escenario,
en el que los que, tomen las decisiones
de inversión incorrectas tanto públicas como privadas, asuman los costes de las
mismas y no se socialicen dichas pérdidas; que no se repartan beneficios a
corto plazo, que acarrearan perdidas a medio plazo, por falta de
previsiones o/y provisiones, por falta
de generación de auto recursos. Es necesario implantar e implementar un
escenario donde se cumplan las reglas del capitalismo, por el cual , los que
hacen su trabajo mal, son expulsados del mercado y no como ahora, que son
mantenidos y agasajados por el sistema político con sus puertas giratorias.
Es necesario, que las decisiones de inversión vengan
regidas por criterios de mercado y no políticos; que el volumen y composición
del gasto público, no lo pueden fijar los votantes, sino los contribuyentes.
Que sean solamente los bienes y/o servicios públicos, los que se sustraigan al
mercado, en cuanto que su uso o/y consumo, no puede ser individualizado o sea
apropiado, impidiendo el uso/consumo a
terceros.
Es necesario entender que el salario, retribución del
factor trabajo, a efectos de factor productivo es un bien, que no se puede
fijar arbitrariamente y que solo la
capacidad de crear valor por medio del trabajo es lo que fija su precio, en un
contexto globalizado.
Es necesario entender, que las gerencias de urbanismo no
pueden seguir siendo bancos territoriales, con capacidad de generar valor y por
tanto dinero, al fijar el contenido de propiedad urbana al expresar volúmenes,
usos, ocupación e intensidades, apropiándose de dichas plusvalías, siguiendo
criterios planificados que obedecen razones y necesidades de la propia
administración y sus aláteres y no de los propios administrados.
Son los principios de mercado o sea la satisfacción del
cliente, en este caso del ciudadano, las que deben fijar la distribución de
competencias entre las administraciones; de modo que un servicio público lo
preste la administración que más beneficie al ciudadano, ya sea local,
regional, estatal o comunitaria y no los intereses políticos del gobierno de turno que haya en
Madrid que pacte con el de Barcelona.
Aquellos rupturistas del sistema, como “Podemos” si su
acción política se fundamenta en un conocimiento de la teoría de la historia,
les llevaría a colaborar en la regeneración del sistema, en cuanto, que su
putrefacción nos conduciría a una edad media o estancamiento e inmovilismo y
solamente en una dinámica de regeneración se producirán y desarrollaran las
contradicciones del capitalismo, al que por otra parte quieren abolir por
injusto. El capitalismo como demostró el colapso soviético, no se deroga y
derrota por revolución o imposición política, sino que requiere el conocimiento
e información de las leyes que lo regulan y lo hacen funcionar, para permitir
su desarrollo; ya que este y solo este, hasta su fin será, lo que nos permita
pasar a otro estadio histórico.
En último término, señalar que cada estado de desarrollo
económico requiere, un modelo político determinado y la importación de otros
modelos propios de otros tipos de desarrollo económico no es viable y nos
llevan y conllevan al desastre.
Francisco Anaya Berrocal.
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