martes, 7 de diciembre de 2021

En las entrañas de la Mentira.

 

En las entrañas de la Mentira.


Hablando de la riqueza quien dice: ¿lo que se produce? ¿Cómo se produce? ¿en que cantidades?¿para quiénes se produce? La respuesta es obvia.

La riqueza no preexiste, hay que producirla, hay que crearla y por consiguiente generar las condiciones necesarias para su logro.

Planificar el proceso de creación de riqueza y su distribución mediante el intervencionismo estatal es inviable tal como acredita la fuerza de los hechos históricos con el fracaso del comunismo (1917-1989). Pero es que además de no ser posible, produce el efecto contrario: pobreza, al desmotivar a los emprendedores de la sociedad.

Los intervencionistas o socialistas aluden a que el Mercado tiene fallos como externalidades, asimetrías,… y que por tanto se necesita la intervención estatal para su corrección. Pero acontece que los bienes y servicios que producimos y sus cantidades, así como el modo en que lo producimos lo determina el coste de oportunidad, lo establece el cálculo económico (Von Mises) mediante un hilo que lo une todo, que lo coordina todo y que se llama: precios.

Los precios para determinarlos tenemos que ir al Mercado para averiguarlos mediante la confrontación de la oferta y la demanda (Hayek). El planificador o legislador socialista no tiene información ni conocimiento para obtener los precios, si no hay mercado; son los empresarios con sus destrezas y habilidades los que averiguan (Huerta de Soto) las oportunidades que brinda el mercado para proporcionar bienes y servicios con los que cubrir necesidades no satisfechas y con ello crean riqueza al mejorar nuestras condiciones de vida.

Los socialistas al pretender el perseguir la igualdad en la distribución de los bienes, al pretender repartir la riqueza que otros han creado, generan:

-una estructura social por la que unos grupos viven a costa de otros (clases parasitarias/clases productoras)

-unos elevados costes burocráticos y tributarios para financiar el elevado tamaño del Estado.

-un entramado cultural que crea la percepción social de que muchos tienen muy poco porque otros tienen mucho culpabilizando al empresario de su condición. Esta visión de las cosas hace que se justifique y legitime el reparto de la riqueza que otros han creado.

Los intermediarios de ese reparto (políticos y burócratas) como son los que parten y reparten se llevan la mejor parte, de manera que los que no tenían siguen igual, así como siguen igual de propensos para escuchar a nuevos narradores de lo que está mal y como solucionarlo, cuando la única salvación es la formación y la información, que es la que permite la superación personal y colectiva y la consiguiente prosperidad.

Una sociedad que no sabe averiguar las mentiras por la que transcurre su existir es una sociedad presa, cautiva y rehén de su ignorancia. Solo la verdad nos hará libres, pero recordar que la verdad no se vota, se adquiere con formación e información.





Francisco Anaya Berrocal en Málaga a 7 de diciembre de 2021.

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