El cuento de la vaca lechera.
El cuento de la vaca lechera.
La
derecha son los señoritos de siempre, unos mamones que exprimen las
tetas de la vaca al máximo; unos verdaderos mamones que le dan de
comer y a base de bien, con buenos nutrientes para que la vaca le
siga produciendo leche. Pero un día apareció la Izquierda y
destrono a la Derecha. La Izquierda eran unos esmayaos, muertos de
hambre que nunca habían mamado de las tetas de la vaca y la cogían
y la reventaban; eran
tan mamones como los otros.
Como nunca habían mamado no le daban de comer, no sabían que para
que la vaca siguiera produciendo había que darle nutrientes y
la vaca languidecía, aguantando haber si venía el señorito. La
vaca es la Economía: consumo y producción.
Los gobernantes
no pueden o mejor dicho, no deben repartir las riquezas que por otra
parte han generado otros; lo que si pueden hacer y deberían hacer es
fomentar la creación de la riqueza, mediante la generación de las
condiciones necesarias para crear dicha riquezas y será, esa
dinámica creadora de riquezas, la que vaya repartiéndola por si
misma. El sistema económico asigna los recursos limitados y por
derivación los frutos se reparten en función de su aportación.
Cuando las
personas ven muchos escaparates que les incitan al consumo
(consumismo) y no pueden costearlos al carecer de recursos
suficientes, les produce frustración. Esta insatisfacción es
percibida y aprovechada por la izquierda que ofrece y otorga
ganancias a estas personas con altos niveles de privación de
consumo. Ven la televisión, el cine…..etc y a otros que consumen,
que gastan, que ostentan y quieren lo que no pueden y en ese
contexto la izquierda aprovechándose de este dolor humano
(consumismo insatisfecho) les ofrece y da estas riquezas (bienes y
servicios) en formato público a cambio de su voto. Les promete mejor
dicho. Les vende la idea de que todos los hombres somos iguales, de
que un hombre, un voto y con ello le acrecienta la idea de que tienen
derecho a consumir lo que anhelan y desean y, así como les
posibilita satisfacer dicha ansia consumista, de que el Estado tiene
la obligación a proveer, de que todos somos iguales; iguales para
repartir frutos, pero no les hablan de repartir sudores, ya que con
ello no se ganan votos. Repartir sudores, privaciones, recortes,
austeridad, no produce votos, eso para la derecha, que tendrá que
hacer el trabajo ingrato.
Así lo que no se
gana por vía económica, se gana por vía política y en ese
contexto la derecha se acompleja . La izquierda con sus narrativas de
que ellos protegen al trabajador, en tanto la derecha defiende a los
capitalistas, que los pobres no pueden ahorrar…...dominan el
relato. Con el dominio del relato se accede al gobierno y cuando lo
pierden (el gobierno) siguen dominando el relato y acomplejando a la
derecha, por lo que en último término siguen gobernando a la
sombra.
Ahora
la vaca teme que la Izquierda la lleve al matadero, ya que sus ubres
no tienen leche y no espera que llegue la Derecha a salvarla.
Francisco Anaya
Berrocal en Málaga a 9 de mayo de 2020.
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