sábado, 16 de mayo de 2020

El cuento de la vaca lechera.


El cuento de la vaca lechera.

La derecha son los señoritos de siempre, unos mamones que exprimen las tetas de la vaca al máximo; unos verdaderos mamones que le dan de comer y a base de bien, con buenos nutrientes para que la vaca le siga produciendo leche. Pero un día apareció la Izquierda y destrono a la Derecha. La Izquierda eran unos esmayaos, muertos de hambre que nunca habían mamado de las tetas de la vaca y la cogían y la reventaban; eran tan mamones como los otros. Como nunca habían mamado no le daban de comer, no sabían que para que la vaca siguiera produciendo había que darle nutrientes y la vaca languidecía, aguantando haber si venía el señorito. La vaca es la Economía: consumo y producción.

Los gobernantes no pueden o mejor dicho, no deben repartir las riquezas que por otra parte han generado otros; lo que si pueden hacer y deberían hacer es fomentar la creación de la riqueza, mediante la generación de las condiciones necesarias para crear dicha riquezas y será, esa dinámica creadora de riquezas, la que vaya repartiéndola por si misma. El sistema económico asigna los recursos limitados y por derivación los frutos se reparten en función de su aportación.
Cuando las personas ven muchos escaparates que les incitan al consumo (consumismo) y no pueden costearlos al carecer de recursos suficientes, les produce frustración. Esta insatisfacción es percibida y aprovechada por la izquierda que ofrece y otorga ganancias a estas personas con altos niveles de privación de consumo. Ven la televisión, el cine…..etc y a otros que consumen, que gastan, que ostentan y quieren lo que no pueden y en ese contexto la izquierda aprovechándose de este dolor humano (consumismo insatisfecho) les ofrece y da estas riquezas (bienes y servicios) en formato público a cambio de su voto. Les promete mejor dicho. Les vende la idea de que todos los hombres somos iguales, de que un hombre, un voto y con ello le acrecienta la idea de que tienen derecho a consumir lo que anhelan y desean y, así como les posibilita satisfacer dicha ansia consumista, de que el Estado tiene la obligación a proveer, de que todos somos iguales; iguales para repartir frutos, pero no les hablan de repartir sudores, ya que con ello no se ganan votos. Repartir sudores, privaciones, recortes, austeridad, no produce votos, eso para la derecha, que tendrá que hacer el trabajo ingrato.
Así lo que no se gana por vía económica, se gana por vía política y en ese contexto la derecha se acompleja . La izquierda con sus narrativas de que ellos protegen al trabajador, en tanto la derecha defiende a los capitalistas, que los pobres no pueden ahorrar…...dominan el relato. Con el dominio del relato se accede al gobierno y cuando lo pierden (el gobierno) siguen dominando el relato y acomplejando a la derecha, por lo que en último término siguen gobernando a la sombra.

Ahora la vaca teme que la Izquierda la lleve al matadero, ya que sus ubres no tienen leche y no espera que llegue la Derecha a salvarla.



Francisco Anaya Berrocal en Málaga a 9 de mayo de 2020.



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