lunes, 28 de diciembre de 2015

“De la mano muerta al darse cuenta”.

El capital que se alimenta y reproduce mediante la captura de rentas, mediante la mercantilización de la política, capturando y secuestrando los intereses generales para convertirlos en sus intereses privados, se convierte en “Mano Muerta”, porque impide la innovación y por tanto el desarrollo económico. Podrá haber crecimiento económico por crecimiento poblacional, pertenencia a área económica pujante………pero no desarrollo económico.
Este modelo de ganar dinero, de éxito en los negocios derivado de creación de normativa, obtención de subvenciones, otorgamiento de concesiones, adjudicaciones de obras……..es el que impera y que posibilita la partidocracia de un modo asimétrico y trato  desigual,  maquillado por el aura de la legalidad vigente y que les permite perpetuarse en el poder como maniquíes del escaparate político, tras los cuales, están “los de siempre” en la trastienda, donde nadie les ve.
Imagínense a dos fabricantes de garbanzos cocidos;  uno los vende a cadenas de supermercados, hoteles y demás particulares, le llamaré alfa y  el otro los vende a cuarteles, asilos y hospitales públicos, le llamaré beta. Para incrementar sus ventas contratan a comisionistas. El comisionista de alfa tendrá como argumento de ventas, el discurso liberal de presupuestos públicos restrictivos, en tanto el comisionista beta tendrá un discurso socialdemócrata de presupuestos públicos expansivos, ya que así, tanto uno como otro conseguirán que sus patrocinadores tengan más ventas y por ende más beneficios, como consecuencia de que sus clientes tienen más dinero. No tengo que decir que el comisionista, es el que conocemos como político y no por las mordidas, que también, sino por propagador de argumentos de ventas o ideologías. Por eso las ideologías ya no sirven para explicar el mundo en que vivimos y por eso tampoco sirven para resolver los problemas del mundo en que vivimos.
Y no sirven, porque los presupuestos públicos serán expansivos o restrictivos en función del ciclo económico en que estemos y no de lo que creamos o nos interese de modo egoísta e particular. De lo que se trata, “es el darse cuenta”, que toda ideología es una transferencia de poder, o sea una imposición de voluntad, pero, que no versa sobre la conducta.
La regeneración del sistema pasa por encontrar un buen vendedor, no de ideas,  sino de ética, de conducta o comportamiento y esta es transversal y cuyo patrocinador no es un fabricante de garbanzos cocidos, sino la asociación de fabricantes de garbanzos cocidos, que los agrupa a todos.
Se trata de llegar a un modelo de ganar dinero basado en la innovación que nos de eficacia y un marco institucional simétrico que nos de equidad; que los mecanismos de ascenso y promoción social estén fundamentados en el trabajo, el esfuerzo, el estudio y el ahorro. Que haya igualdad de partida, pero premio para los más esforzados.
No se trata de quitar a los de arriba para dárselo a los de abajo como dicen los rupturistas del sistema (podemos)- y que es lo que gusta escuchar a los que están abajo- y que así,  explotan el malestar social para beneficio de su experimento de laboratorio social importado de Caracas ( véase el referéndum revocatorio), sino de cambiar lo que está mal, reformar lo mejorable y regenerar lo viciado y eso esta importado de la España que soñó ( arbitristas del siglo XVII, los regeneracionistas del “98”, la agrupación al servicio de la república …y tantos…..) y eso se llama Ciudadanos y su patrocinador España.

Postdata.  El que le habla, es un soñador que convertía las derrotas del glorioso ejército español (Rocroi) en victorias cuando era un niño y ahora que soy un viejo, sueño con una España mejor, con una España que innova y tiene e sostiene instituciones sanas, que evitan Rocroi.

Francisco Anaya Berrocal, en Málaga a 27 de diciembre de 2015.


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