CRISIS: ¿ES POSIBLE LA INSURRECCIÓN ?
Cuando no hay ilusión, que es la energía anímica, para
transformar las cosas, el orden existente se mantiene sin movimiento, entramos
en crisis o sea, en “el no poder hacer nada”, ya que haga lo que haga, se
vuelve en contra y todo sigue igual; eso es la crisis, la conducta gregaria.
El tiempo y la experiencia que vienen a ser lo mismo para lo
que estoy hablando, hace crecer tabúes y modos de conducta gregarios, de modo
que si alguien se sale del guión es apaleado por desviado o subversivo del
orden existente, impidiéndose la regeneración. Todo se estanca y el inmovilismo
brilla y entramos y permanecemos en una nueva edad media (neomedia).
Se hizo un experimento biosocial, donde sujeto y objeto del
experimento se parecían: eran el hombre y el mono. El experimento consistía en
introducir 12 monos en una gran nave con una altura similar a la de una
catedral y en la cúspide se coloco un gran racimo de bananas, al tiempo que se
instalaba una especie de escalera para acceder a dicho racimo en la cúspide.
Una vez introducidos los doce monos , el macho alfa se impuso y fue el primero
en empezar a ascender por la escalera; momento en el cual se inicio una lluvia
gélida que aterrorizo a los monos y derribo al macho alfa, que enseguida fue
sustituido por un segundo macho repitiéndose, el proceso de lluvia gélida y
posterior derribo del mono,; igual aconteció con un tercer mono, de modo que
cuando un cuarto mono se disponía a subir a la escalera, se precipitaron sobre
él, los restantes monos y le infligieron , una severa paliza, ya que no estaban
dispuestos a recibir más lluvia helada,
por lo que tras ello, los monos veían el racimo en lo alto de la cúspide, pero
nadie osaba subir. El experimento continuo extrayendo un mono y sustituyéndolo
por otro nuevo, él cual nada más entrar se dirigió hacia la escalera, lo cual
fue motivo para recibir una soberana paliza sin que sintiera el agua
helada, pero si la paliza. El mismo
hecho se repitió con un segundo mono que se introdujo, sustituyendo a otro
antiguo hasta completar los doce monos; de manera que nos encontrábamos con
doce monos nuevos que no conocían la lluvia gélida pero no osaban subir la
escalera, sin saber porque. El tiempo y la inercia social habían generado unas
pautas de comportamiento inamovibles y no se cuestionaban. La cuestión es ¿en
que nos diferenciamos de los monos? ¿Hay diferencia entre el objeto y el sujeto
del experimento? ¿Podemos suprimir el comportamiento gregario?
Hace falta creer y crear (motor), pero también ilusión
(combustible) para conducir a nuestra sociedad a una mutación, que impida el
estancamiento de una edad neomedia y modifique la conducta social.
Como dijera Víctor Hugo, “la insurrección es el acceso de
furor de la verdad”. Tal vez el paso del tiempo y su propia inercia hayan hecho
que el agua ya no esté fría.
Francisco Anaya Berrocal, a 16 de agosto d 2015.
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