lunes, 7 de septiembre de 2015

CRISIS: ¿ES POSIBLE LA INSURRECCIÓN?

Cuando no hay ilusión, que es la energía anímica, para transformar las cosas, el orden existente se mantiene sin movimiento, entramos en crisis o sea, en “el no poder hacer nada”, ya que haga lo que haga, se vuelve en contra y todo sigue igual; eso es la crisis, la conducta gregaria.
El tiempo y la experiencia que vienen a ser lo mismo para lo que estoy hablando, hace crecer tabúes y modos de conducta gregarios, de modo que si alguien se sale del guión es apaleado por desviado o subversivo del orden existente, impidiéndose la regeneración. Todo se estanca y el inmovilismo brilla y entramos y permanecemos en una nueva edad media (neomedia).
Se hizo un experimento biosocial, donde sujeto y objeto del experimento se parecían: eran el hombre y el mono. El experimento consistía en introducir 12 monos en una gran nave con una altura similar a la de una catedral y en la cúspide se coloco un gran racimo de bananas, al tiempo que se instalaba una especie de escalera para acceder a dicho racimo en la cúspide. Una vez introducidos los doce monos , el macho alfa se impuso y fue el primero en empezar a ascender por la escalera; momento en el cual se inicio una lluvia gélida que aterrorizo a los monos y derribo al macho alfa, que enseguida fue sustituido por un segundo macho repitiéndose, el proceso de lluvia gélida y posterior derribo del mono,; igual aconteció con un tercer mono, de modo que cuando un cuarto mono se disponía a subir a la escalera, se precipitaron sobre él, los restantes monos y le infligieron , una severa paliza, ya que no estaban dispuestos a recibir más lluvia  helada, por lo que tras ello, los monos veían el racimo en lo alto de la cúspide, pero nadie osaba subir. El experimento continuo extrayendo un mono y sustituyéndolo por otro nuevo, él cual nada más entrar se dirigió hacia la escalera, lo cual fue motivo para recibir una soberana paliza sin que sintiera el agua helada,  pero si la paliza. El mismo hecho se repitió con un segundo mono que se introdujo, sustituyendo a otro antiguo hasta completar los doce monos; de manera que nos encontrábamos con doce monos nuevos que no conocían la lluvia gélida pero no osaban subir la escalera, sin saber porque. El tiempo y la inercia social habían generado unas pautas de comportamiento inamovibles y no se cuestionaban. La cuestión es ¿en que nos diferenciamos de los monos? ¿Hay diferencia entre el objeto y el sujeto del experimento? ¿Podemos suprimir el comportamiento gregario?
Hace falta creer y crear (motor), pero también ilusión (combustible) para conducir a nuestra sociedad a una mutación, que impida el estancamiento de una edad neomedia y modifique la conducta social.
Como dijera Víctor Hugo, “la insurrección es el acceso de furor de la verdad”. Tal vez el paso del tiempo y su propia inercia hayan hecho que el agua ya no esté fría.





Francisco Anaya Berrocal, a 16 de agosto d 2015.



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