domingo, 24 de enero de 2016

“EN EL COMO LO DICES”.
El hombre masa de Ortega, domina, manda. Los predicadores del desierto, que se hacen llamar intelectuales, son eso, predicadores del desierto, con  ideas e ocurrencias fuera de tiempo, adelantadas a su tiempo o desviadas de tiempo y lugar, según se mire; se han perdido en el cementerio de los libros olvidados. El contenido no prima, sino la forma o sea comunicación. No es lo que dices, sino como lo dices y según como lo dices, llega al gran público, que decide lo que es bueno o no, no porque lo sea intrínsecamente, sino porque lo compra, lo vota y entonces es bueno, ya que lo dice, el mercado.
¿Pero quién eres tú intelectual, para decidir lo que es bueno o no? Quédate en el cementerio de los libros olvidados...
Hoy  día, ya no sea convence con argumentos ni se vence con contraargumentos; eso ya paso, en el ahora presente, en esta desorganización organizada, no debas al rico y no prometas al pobre, que a río revuelto, ganancia de pescadores.
“En el cómo lo dices”, no importa el fondo que subyace, no importa el sustrato, que lo informa, no importa la letra, solo la melodía, solo la música del rumrum y en esa borrachera, todos los hombres-masa se evaden de su puta realidad, para seguir viviendo y sobreviviendo, en tanto los predicadores del desierto se evaden en su cementerio de los libros olvidados. Y desde allí, aprecian como los presentadores o comunicadores, que son también hombres-masa, les sustituyen en la comedia que vivimos: la rebelión de las masas, diría Ortega y Gasset.
José Ingenieros: “El hombre mediocre”
El hombre mediocre juzga a los hombres como los oye juzgar. Reverenciará a su más cruel adversario si este se encumbra; desdeñara a su mejor amigo si nadie lo elogia…..No viven su vida para sí mismos, sino para el fantasma que proyectan en la opinión de sus similares…… Pueden practicar el mal por inercia y el bien por equivocación…….Cuando se arrebañan son peligrosos.
Los hombres-masa o hombre mediocre mira para otro lado, no quiere señalarse. Sabe que si se señala, el sistema lo marca, que quien se señala ha de pagar. No de golpe y porrazo, si lentamente, sin prisa pero sin pausa. El sistema castiga al disidente y demora en el castigo al colaboracionista, que retrasa lo inevitable: el sistema devora. Y en la víspera del infinito, que es el paso previo, se puede descubrir la realidad, pero no se puede construir ni reconstruir.
La realidad no es modificable, de modo que la política es tecnología social necia.
Groucho Marx:
La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnostico falso y aplicar después los remedios.
Anónimo:
La política es el arte de obtener dinero de los ricos y el voto de los pobres con el pretexto de proteger a los unos de los otros.
Bertrand  Rusell:
Los científicos se esfuerzan por hacer posible lo imposible. Los políticos por hacer lo posible, imposible.
Política viene de politeia, de imposición de voluntad, de una parte sobre otra parte y de lo que se trata es de conformar voluntad, no como resultado de la suma de voluntades o de la mediana más alta, sino como consecuencia de la voluntad que procede del razonamiento que nace del cruce de opiniones de un grupo humano, de cuya atmosfera surge otra opinión, que valida al grupo, que cohesiona al grupo. De lo que se trata es conformar comunidades, donde cualquier individuo de la misma pueda emitir su opinión al tiempo que pueda percibir y contrastar la opinión de los otros, para así enriquecer su opinión con el aporte de los otros, al tiempo que se conforma una opinión de grupo o idenditaría que es unitaria y no partidista o divisible.
Winston Churchill:
El político se convierte en estadista, cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones.







Francisco Anaya Berrocal en Málaga a 24 de enero de 2015.

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