“EN EL COMO LO DICES”.
El hombre masa de Ortega, domina, manda. Los predicadores
del desierto, que se hacen llamar intelectuales, son eso, predicadores del
desierto, con ideas e ocurrencias fuera
de tiempo, adelantadas a su tiempo o desviadas de tiempo y lugar, según se
mire; se han perdido en el cementerio de los libros olvidados. El contenido no
prima, sino la forma o sea comunicación. No es lo que dices, sino como lo dices
y según como lo dices, llega al gran público, que decide lo que es bueno o no,
no porque lo sea intrínsecamente, sino porque lo compra, lo vota y entonces es
bueno, ya que lo dice, el mercado.
¿Pero quién eres tú intelectual, para decidir lo que es
bueno o no? Quédate en el cementerio de los libros olvidados...
Hoy día, ya no sea
convence con argumentos ni se vence con contraargumentos; eso ya paso, en el ahora
presente, en esta desorganización organizada, no debas al rico y no prometas al
pobre, que a río revuelto, ganancia de pescadores.
“En el cómo lo dices”, no importa el fondo que subyace, no
importa el sustrato, que lo informa, no importa la letra, solo la melodía, solo
la música del rumrum y en esa borrachera, todos los hombres-masa se evaden de
su puta realidad, para seguir viviendo y sobreviviendo, en tanto los
predicadores del desierto se evaden en su cementerio de los libros olvidados. Y
desde allí, aprecian como los presentadores o comunicadores, que son también
hombres-masa, les sustituyen en la comedia que vivimos: la rebelión de las
masas, diría Ortega y Gasset.
José Ingenieros: “El hombre mediocre”
El hombre mediocre
juzga a los hombres como los oye juzgar. Reverenciará a su más cruel adversario
si este se encumbra; desdeñara a su mejor amigo si nadie lo elogia…..No viven
su vida para sí mismos, sino para el fantasma que proyectan en la opinión de sus
similares…… Pueden practicar el mal por inercia y el bien por equivocación…….Cuando
se arrebañan son peligrosos.
Los hombres-masa o hombre mediocre mira para otro lado, no
quiere señalarse. Sabe que si se señala, el sistema lo marca, que quien se
señala ha de pagar. No de golpe y porrazo, si lentamente, sin prisa pero sin
pausa. El sistema castiga al disidente y demora en el castigo al
colaboracionista, que retrasa lo inevitable: el sistema devora. Y en la víspera
del infinito, que es el paso previo, se puede descubrir la realidad, pero no se
puede construir ni reconstruir.
La realidad no es modificable, de modo que la política es
tecnología social necia.
Groucho Marx:
La política es el arte
de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnostico falso y aplicar después
los remedios.
Anónimo:
La política es el arte
de obtener dinero de los ricos y el voto de los pobres con el pretexto de
proteger a los unos de los otros.
Bertrand Rusell:
Los científicos se
esfuerzan por hacer posible lo imposible. Los políticos por hacer lo posible,
imposible.
Política viene de politeia, de imposición de voluntad, de
una parte sobre otra parte y de lo que se trata es de conformar voluntad, no
como resultado de la suma de voluntades o de la mediana más alta, sino como
consecuencia de la voluntad que procede del razonamiento que nace del cruce de
opiniones de un grupo humano, de cuya atmosfera surge otra opinión, que valida
al grupo, que cohesiona al grupo. De lo que se trata es conformar comunidades,
donde cualquier individuo de la misma pueda emitir su opinión al tiempo que
pueda percibir y contrastar la opinión de los otros, para así enriquecer su
opinión con el aporte de los otros, al tiempo que se conforma una opinión de
grupo o idenditaría que es unitaria y no partidista o divisible.
Winston Churchill:
El político se
convierte en estadista, cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y
no en las próximas elecciones.
Francisco Anaya Berrocal
en Málaga a 24 de enero de 2015.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio