sábado, 26 de mayo de 2018

REGENERACIONISMO: 2 parte


REGENERACIONISMO:  2 parte
Si empezamos a pensar muchas personas que el valor del oro o de los inmuebles va a subir mucho de precio en el tiempo próximo, empezaran a demandar la compra de  dichos activos en el tiempo presente y con ello subirá su cotización y por ende su valor.
¿Qué es lo que hace que muchas personas piensen lo mismo, o sea que es  lo que hace nacer la  conciencia colectiva?  Esta conciencia colectiva actúa como un uno y singular y es la influencia o determinación  que transforma lo potencial en real. En este caso el incremento del valor del oro o los inmuebles, ¿pero qué es lo que genera su alumbramiento? El hecho de estar interconectados al compartir la misma atmosfera social permite compartir pensamientos que emanan de experiencias colectivas convividas, compartidas,  que cuando se focalizan en intenciones concretas en una misma dirección da lugar a que el organismo social actué como uno y singular. Vuelvo al ejemplo anterior, la subida del oro o los inmuebles.  Esta conectividad nos permite averiguar cómo se forma y conforma el pensamiento social antecedente del comportamiento colectivo.
El pensamiento es colectivo, todo el mundo piensa, cada miembro de la sociedad elucubra mentalmente; otra cosa es que le dé forma, descifre ese pensar, que este dotado de recursos y herramientas para plasmarlo y hacerlo llegar, pero está ahí, en su mente. Y en cualquier caso apreciamos su traducción en su conducta.
La aceptación generalizada de una tesis,  idea o concepto no es ninguna prueba de su validez. El oro o los inmuebles pueden subir de precio sin que sus fundamentales lo hagan.
Lo que sí es real es que cuando muchas personas piensan lo mismo y actúan en consonancia a ese pensar,  eso hace,  que ese pensamiento  afecte y modifique  la realidad o masa física y así se construyan más casas o se extraiga más oro, y con ello podemos decir que  nuestros cerebros mediante los pensamientos pueden producir energía que tiene la capacidad de modificar el espacio físico.
Cuando comencemos a comprender que somos creadores, que nuestra capacidad de crear, de configurar la realidad es nuestra y de que no somos esclavos de esa realidad, de que no tenemos por qué seguir los dictados de esa realidad o sistema, empezaremos a valernos por nosotros mismos, a aprender a saber beneficiarnos del poder del pensamiento, de que no somos los súbditos del sistema, los creados del sistema, sino los creadores del sistema. Entonces y solo entonces será posible regenerar la vida social y política de nuestra sociedad.



Francisco Anaya Berrocal en Málaga a 25 de mayo de 2018.



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