REGENERACIONISMO: 2 parte
REGENERACIONISMO: 2
parte
Si empezamos a pensar muchas personas que el valor del oro o
de los inmuebles va a subir mucho de precio en el tiempo próximo, empezaran a
demandar la compra de dichos activos en
el tiempo presente y con ello subirá su cotización y por ende su valor.
¿Qué es lo que hace que muchas personas piensen lo mismo, o
sea que es lo que hace nacer la conciencia colectiva? Esta conciencia colectiva actúa como un uno y
singular y es la influencia o determinación
que transforma lo potencial en real. En este caso el incremento del
valor del oro o los inmuebles, ¿pero qué es lo que genera su alumbramiento? El
hecho de estar interconectados al compartir la misma atmosfera social permite
compartir pensamientos que emanan de experiencias colectivas convividas,
compartidas, que cuando se focalizan en
intenciones concretas en una misma dirección da lugar a que el organismo social
actué como uno y singular. Vuelvo al ejemplo anterior, la subida del oro o los
inmuebles. Esta conectividad nos permite
averiguar cómo se forma y conforma el pensamiento social antecedente del
comportamiento colectivo.
El pensamiento es colectivo, todo el mundo piensa, cada
miembro de la sociedad elucubra mentalmente; otra cosa es que le dé forma,
descifre ese pensar, que este dotado de recursos y herramientas para plasmarlo
y hacerlo llegar, pero está ahí, en su mente. Y en cualquier caso apreciamos su
traducción en su conducta.
La aceptación generalizada de una tesis, idea o concepto no es ninguna prueba de su
validez. El oro o los inmuebles pueden subir de precio sin que sus
fundamentales lo hagan.
Lo que sí es real es que cuando muchas personas piensan lo
mismo y actúan en consonancia a ese pensar,
eso hace, que ese
pensamiento afecte y modifique la realidad o masa física y así se construyan
más casas o se extraiga más oro, y con ello podemos decir que nuestros cerebros mediante los pensamientos
pueden producir energía que tiene la capacidad de modificar el espacio físico.
Cuando comencemos a comprender que somos creadores, que
nuestra capacidad de crear, de configurar la realidad es nuestra y de que no
somos esclavos de esa realidad, de que no tenemos por qué seguir los dictados
de esa realidad o sistema, empezaremos a valernos por nosotros mismos, a
aprender a saber beneficiarnos del poder del pensamiento, de que no somos los
súbditos del sistema, los creados del sistema, sino los creadores del sistema.
Entonces y solo entonces será posible regenerar la vida social y política de
nuestra sociedad.
Francisco Anaya Berrocal en Málaga a 25 de mayo de 2018.
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