sábado, 25 de junio de 2016

¿por qué, quieren que la mierda inunde todo el edificio?
Mañana la Democracia  pondrá en escena, su acto principal y se ejecutaran  los comicios electorales, por los cuales, la soberanía que reside en el pueblo, migrara  cuando el votante deposite su voto en la urna electoral, trasladándose a las Cortes Generales (congreso y senado), donde elegiremos a nuestros representantes electos  y con ellos habremos cedido aunque sea temporalmente nuestra soberanía o capacidad de tomar decisiones políticas públicas (siempre nos quedan las privadas). Y es allí, en una ulterior votación entre nuestros representantes electos (sus señorías) donde se elige al presidente del gobierno, donde se elige al ejecutivo. En definitiva donde se ganan las elecciones. No vale ser la lista más votada, sino la que alcanza la mayoría suficiente en el legislativo. Y eso se llama con la adicción de la forma de estado monárquica: monarquía de mayoría parlamentaria. No vivimos en un régimen presidencialista donde votamos directamente al ejecutivo, vía presidente más equipo. No elegimos al ejecutivo, sino al legislativo y este como he dicho y en ulterior elección elige al ejecutivo. Si hay mayoría absoluta, no hay problema, en cuanto la ejecutiva nacional o federal  nombra señorías y gobierno, pero si no la hay y roto el sistema bipartidista, pero no los modos y usos de hacer política del anterior sistema político se conforma el bloqueo institucional.
Los emergentes que venían como fontaneros para hacer correr la mierda atascada en las cloacas del Estado (corrupción y demás clases de mierdas) se encuentran desorientados, como si los de siempre los hubiesen drogados, con sus modos y usos de hacer política y manifiestan que son organizaciones benéfico-sociales, pero no para sus empleados (afiliados), que tienen garganta para inflar globos, lomos para cargar carpas y voz para cantar las excelencias de sus propuestas, pero no tienen voto para materializar primarias y si un bozal para que no ladren demandando democracia interna y clamando contra la dedocracia, por razones superiores de partido.
En este proceso democrático, los partido políticos despliegan programas electorales - que expresan su ideología subyacente y sus propuestas con las consiguientes vías para materializarlas, por medio de cambios normativos, administrativos y políticos, la cuantificación presupuestaria de su programa…………- y que casi nadie estudia, ni siquiera lee y que por tanto no son vinculantes ni legal ni políticamente, como acabo de referir.
El votante o célula básica del sistema, que decide su voto no en función del programa y si de otros móviles (lo menos malo, votante-hincha…….) no llega a ejercer de ciudadano, será votante y participara pasivamente en el escenario democrático, pero no activamente, como, el que se involucra en los asuntos públicos, participando y fiscalizando……………..……..(ciudadano).
Si el programa electoral no es un fin en sí mismo para transformar la sociedad, el modo como el Estado y la ciudadanía se relacionan……….y si es un medio o instrumento para ganar elecciones con el objeto de detentar la autoridad, que no el poder, se convierte en una promesa inmune a los cambios, cuyo incumplimiento no es sancionable por su desvinculación política y legal, que conlleva a que la operación de fontanería orquestada desde el poder sea intencionadamente fallida.  La cuestión es: ¿por qué, quieren que la mierda inunde todo el edificio? La fontanería es regeneración, la ruptura es inundación e desconexión.

Francisco Anaya Berrocal, en Málaga a 25 de junio de 2016.

1 comentarios:

A las 28 de junio de 2016, 20:05 , Blogger David García ha dicho...

Muy interesante la reflexión y la metáfora de la fontanería, Paco.

 

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