¿Porque VOX? II Parte
¿Porque VOX? II
Parte
Con lo políticamente
correcto, de no mojarse y estar en la ambigüedad y la equidistancia
dejamos hacer a otros, lo que nosotros no queremos que se haga. El
resultado de todo ello es que nadie quiere el orden actual, pero
nadie hace nada por remediarlo. La desidia y la abulia dominan la
atmósfera social y la creencia de que hagamos lo que hagamos, nada
cambiará y en todo caso serán otros los que se beneficien de
nuestro esfuerzo, genera la rendición de nuestra sociedad.
Si preguntas a
cualquier vecino, que es lo que él puede hacer por su barrio, por su
ciudad o por su país, se reirá de ti y es que cuando no se tiene el
convencimiento de que haciendo cosas, se logra mejorar entramos en
parálisis social y el consiguiente caos.
¿como ilusionar a
la gente? Evidentemente con mas de lo mismo no; el asqueo y nauseas
que produce la política y los políticos, en cada vez mayores
fragmentos de la sociedad es creciente.
Las soluciones del
pasado no sirven, las respuestas de enfoque evolutivo no valen, ya
que no es posible cambiar lo que esta mal, ni vale reformar lo
mejorable, ni tan siquiera regenerar lo que esta viciado y ello es
así en tanto en cuanto hemos llegado a un punto muerto, de
inmovilidad social y política, de saturación civil, que nos
inhabilita para remediar nuestros males. La respuesta que solucione
el desorden actual ha de ser necesariamente disruptiva, ha de generar
una nueva estructura de soluciones para afrontar los retos actuales.
Los instrumentos del
pasado no nos sirven, el pasado no tiene futuro. Las ideologías
fallecieron en mayo de 1967, no nos sirven para explicar nuestra
sociedad, no nos sirven para resolver los problemas que tienen
nuestras sociedades; es mas son un freno que nos impide avanzar y que
nos desarma culturalmente e ideológicamente para impedir la invasión
y exterminación de nuestras sociedades.
La gente no demanda
ideas, sino principios, necesita decencia en el obrar y proceder de
la gente que le gobierna y eso con el actual sistema político no se
puede conseguir. Las mutaciones de orden económico, social y
cultural requieren otro sistema político que las acompase .
Esa decencia se
obtiene cambiando los mecanismos de ascenso social, de modo que
vengan determinados por el esfuerzo, la economía y el mérito y no
como ahora por la adscripción a redes clientelares; la decencia se
obtiene cuando el modo de ganar dinero se basa en la innovación, el
ahorro y el sacrificio y no como ahora en la creación de normativas
u obtención de concesiones, contratas…...; la decencia se obtiene
cuando las becas se obtienen por esfuerzo y mérito y no por
pobreza....….…..……..
y todo eso para
conseguirlo, para obtenerlo es a base de política, de fuerzas
políticas que rompan este sistema político corrupto y degenerado
que de pervivir, nos destruirá como sociedad.
En ese escenario
emerge una fuerza política: VOX, que no cuenta con las bendiciones
de los poderes fácticos como banca, medios de comunicación y resto
del entramado que nos envuelve, pero que cuenta en su haber con ideas
claras sustentadas en una voluntad firme y férrea de españolizar el
Estado, con una determinación inquebrantable de avanzar al futuro
todo ello propulsado por el motor de una concepción moral fuerte, de
un querer fuerte a España.
Todavía nos queda
aliento, todavía seguimos chillando gol cuando Iniesta marca gol y
nos hace campeones del mundo, todavía seguimos siendo campeones del
mundo en trasplantes de órganos, todavía seguimos siendo una nación
y todavía vamos a seguir luchando por ello, porque tenemos y
sostenemos un querer fuerte a España y eso, precisamente eso, será
lo que nos permita sobrevivir como nación y dejar como legado, lo
que fuimos.
Francisco Anaya
Berrocal, en Málaga a 9 de septiembre de 2018.
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