domingo, 9 de septiembre de 2018

¿Porque VOX? II Parte


¿Porque VOX? II Parte
Con lo políticamente correcto, de no mojarse y estar en la ambigüedad y la equidistancia dejamos hacer a otros, lo que nosotros no queremos que se haga. El resultado de todo ello es que nadie quiere el orden actual, pero nadie hace nada por remediarlo. La desidia y la abulia dominan la atmósfera social y la creencia de que hagamos lo que hagamos, nada cambiará y en todo caso serán otros los que se beneficien de nuestro esfuerzo, genera la rendición de nuestra sociedad.
Si preguntas a cualquier vecino, que es lo que él puede hacer por su barrio, por su ciudad o por su país, se reirá de ti y es que cuando no se tiene el convencimiento de que haciendo cosas, se logra mejorar entramos en parálisis social y el consiguiente caos.
¿como ilusionar a la gente? Evidentemente con mas de lo mismo no; el asqueo y nauseas que produce la política y los políticos, en cada vez mayores fragmentos de la sociedad es creciente.
Las soluciones del pasado no sirven, las respuestas de enfoque evolutivo no valen, ya que no es posible cambiar lo que esta mal, ni vale reformar lo mejorable, ni tan siquiera regenerar lo que esta viciado y ello es así en tanto en cuanto hemos llegado a un punto muerto, de inmovilidad social y política, de saturación civil, que nos inhabilita para remediar nuestros males. La respuesta que solucione el desorden actual ha de ser necesariamente disruptiva, ha de generar una nueva estructura de soluciones para afrontar los retos actuales.
Los instrumentos del pasado no nos sirven, el pasado no tiene futuro. Las ideologías fallecieron en mayo de 1967, no nos sirven para explicar nuestra sociedad, no nos sirven para resolver los problemas que tienen nuestras sociedades; es mas son un freno que nos impide avanzar y que nos desarma culturalmente e ideológicamente para impedir la invasión y exterminación de nuestras sociedades.
La gente no demanda ideas, sino principios, necesita decencia en el obrar y proceder de la gente que le gobierna y eso con el actual sistema político no se puede conseguir. Las mutaciones de orden económico, social y cultural requieren otro sistema político que las acompase .
Esa decencia se obtiene cambiando los mecanismos de ascenso social, de modo que vengan determinados por el esfuerzo, la economía y el mérito y no como ahora por la adscripción a redes clientelares; la decencia se obtiene cuando el modo de ganar dinero se basa en la innovación, el ahorro y el sacrificio y no como ahora en la creación de normativas u obtención de concesiones, contratas…...; la decencia se obtiene cuando las becas se obtienen por esfuerzo y mérito y no por pobreza....….…..……..
y todo eso para conseguirlo, para obtenerlo es a base de política, de fuerzas políticas que rompan este sistema político corrupto y degenerado que de pervivir, nos destruirá como sociedad.
En ese escenario emerge una fuerza política: VOX, que no cuenta con las bendiciones de los poderes fácticos como banca, medios de comunicación y resto del entramado que nos envuelve, pero que cuenta en su haber con ideas claras sustentadas en una voluntad firme y férrea de españolizar el Estado, con una determinación inquebrantable de avanzar al futuro todo ello propulsado por el motor de una concepción moral fuerte, de un querer fuerte a España.
Todavía nos queda aliento, todavía seguimos chillando gol cuando Iniesta marca gol y nos hace campeones del mundo, todavía seguimos siendo campeones del mundo en trasplantes de órganos, todavía seguimos siendo una nación y todavía vamos a seguir luchando por ello, porque tenemos y sostenemos un querer fuerte a España y eso, precisamente eso, será lo que nos permita sobrevivir como nación y dejar como legado, lo que fuimos.







Francisco Anaya Berrocal, en Málaga a 9 de septiembre de 2018.

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