APUNTES SOBRE DEMOCRACIA PARTICIPATIVA.
La vida en sociedad origina inevitablemente el conflicto,
del cual es imposible sustraerse, so pena que nos convirtamos en ermitaño y por
tanto abandonemos la vida social. Pero los desacuerdos y controversias, bien mirados son una
oportunidad de ponernos bien con nosotros mismos, de pensar conjuntamente, de
aprehender e aprender juntos para desterrar la hostilidad o guerra, dejar
también la mera coexistencia con las
armas preparadas y encaminarnos hacia la
convivencia, hacia la paz.
La política tiene la
capacidad de generar ganancias para la sociedad, solo porque y solo cuando participa toda la comunidad, de
lo contrario es asunto de unos pocos que beneficia, tan solo a unos pocos, a
los de siempre.
¿Pero como movilizamos a la gente? ¿Como la involucramos,
para que participe en los asuntos de la comunidad, de la esfera pública?
Mediante ideas, sueños, ilusiones, proyectos con los que la gente se pueda
hacer con ellos, por los que, los hace
propios, porque los define y los materializa y le va, la vida en ello. Porque
los crea, tanto de crear como de creer en los mismos.
No se trata de que el vecino conteste sobre sus necesidades
insatisfechas que la clase política no visualiza y si lo hace, es respondiendo
mal a dichas demandas, que se traducen en quejas y reivindicaciones. Ni tampoco
se trata del querer fuerte de las gentes, de lo que sienten. De lo que se trata
es de la desintermediación de la política, de la elevación del vecino a
político, al auto ayudarse, al empoderamiento.
Es un problema de organización social, de liberar tiempo destinado a la
manutención o al ocio hedonista y destinarlo a los quehaceres cotidianos de la
vida comunitaria, de la vida pública, a involucrarse en los asuntos vecinales,
en los asuntos públicos. La pregunta es ¿tienen todos esa disponibilidad de
tiempo? ¿Cómo conciliar la vida política, con la vida familiar y la vida
laboral? ¿Cómo generamos esa atmosfera social propiciatoria para que se
conformen iniciativas ciudadanas que ocupen el espacio público y se llenen de
procesos colaborativos y cooperativos? Decir que estructuralmente no es
posible, sino cambiamos simultáneamente el modelo productivo y esto, sí que lo
podemos hacer o ya hay gente, que así lo piensa; ya hay gente, por así visualizarlo, que piensa que
no faltan aparcamientos, dado que sobran coches, en cuanto que los medios
colectivos de transportes, son más económicos y sostenibles.
Un nuevo modelo productivo que se corresponde a una nueva
estructura de derechos de la propiedad, que responsabilice y penalice los efectos
negativos del uso de la propiedad privada o pública, cuantificando
correctamente las externalidades, con un sistema de compensación rápida, mediante la eliminación de asimetrías en la
información y permitiendo la libre
autonomía de las partes contratantes en
el intercambio de bienes cuando haya simetría informativa, libertad de
transmisión y no permitiéndola para bienes públicos o en escenarios no simétricos,
para evitar abusos del mejor informado. En último término se trata de
democratizar la información mediante la creación de escenarios transparentes
donde los sujetos, ya sea en su rol político o en su rol económico se puedan
poner cara, conocerse y actuar con mejores elementos de juicio.
Francisco Anaya Berrocal, en Málaga a 7 de febrero de 2016.
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