domingo, 31 de mayo de 2015

APUNTES PARA UN MODELO TRIBUTARIO: EQUIDAD Y EFICACIA
Hay que gravar por lo que se consume y no por lo que se produce, ya que consumir lo no producido es robar, es parasitar,  es depredar y eso es lo que hace el Estado con los productores. Los tributos nos gustan cuando lo pagan los demás. Evidentemente hay que generar incentivos para producir y cuando hablo producir, me refiero a los que producen para el mercado, en una economía monetizada y pagan impuestos y tributos en general o sea mantienen el sistema.
El sistema se mantiene si se ensancha las bases fiscales del mismo al tiempo que se hace más equitativo y para ello entiendo que es necesario, priorizar los impuestos sobre el consumo antes que sobre la producción en cuanto que,  los que están en la producción no monetizada y no orientada al mercado escapan al pago de impuestos, pero no del consumo o al menos en su mayor parte.
Por otra parte se hace necesario igualar a las personas físicas con las personas jurídicas de modo que la potestad otorgada o capacidad de determinados colectivos de calificar jurídicamente sus ingresos se traduzca en un menor pago con relación a otros que tienen los mismos ingresos pero carecen de esa facultad o potestad. En definitiva la diferente naturaleza jurídica de los ingresos, cuando son de la misma cuantía o volumen no pueden ser un instrumento de desigualdad o inequidad tributaria. 
También hay que indicar la competencia desleal que supone para nuestros productores y para nuestro sistema en general asumir las externalidades (transferencias de costes) de bienes y servicios producidos en el exterior que se importan y que soporta nuestra hacienda pública. A modo de ejemplo la importación de calzado chino, más barato pero de peor calidad supone un incremento de gasto sanitario en podología y otras áreas,  que cubre nuestra seguridad social o nuestros bolsillos, pero que no pagan los chinos, sino nosotros, lo cual es sin dudarlo otra inequidad y no nos podemos ir a China a cobrar las pensiones.
Es otra falta de equidad, en cuanto igualamos las condiciones de venta de la producción nacional con la del exterior, pero no las propias condiciones sociales  de producción, lo cual genera una grave asimetría en perjuicio de nuestros productores y fomentamos la creación de puestos de trabajo en el exterior vía a la crónica balanza comercial deficitaria. Si se grava el consumo y se exime lo producido, se fomenta la exportación y penaliza la importación y nuestra estructura económica requiere equilibrar el desajuste crónico de nuestra balanza comercial para tener un crecimiento sostenible.
Por otra a la hora de hacer tributar las ganancias por rendimientos de actividades económicas,  se hace evidente incorporar  al cálculo del beneficio económico de las unidades económicas un  coeficiente de ponderación de la ratio ventas/beneficios  que evite una menor tributación cuando el objetivo  de la empresa u  sector no es la maximización de beneficios, sino maximizar cuota de mercado. Existe una disfunción en el modelo tributario cuando se basa y fundamenta en  gravar el beneficio y el objeto de la empresa u sector es la cuota de mercado; pues estas últimas no contribuyen con arreglo a su capacidad económica. Este coeficiente de ponderación vendría dado por la estimación global que genera el reporte del P.I.B. y sería un ajuste fiscal positivo permanente en tanto en cuanto ese fuese el objetivo (maximizar cuota de mercado).
Otra inequidad es la potestad que se arroga la Administración  al fijar topes de amortización y que no solo afectan al resultado fiscal. Del mismo modo que la empresa u entidad económica es libre de fijar los precios de sus productos o/y servicios, lo tendría que ser de sus costes, de modo a tender a igualar resultado contable con resultado fiscal vía libertad de amortización y que habría que extender a aminorar los limites de otros conceptos o cuentas como provisiones y previsiones. En el fondo de este razonamiento subyace la primacía  de la autonomía  de las empresas y demás unidades económicas sobre el exceso regulatorio y depredador del Fisco.
La reforma del sistema tributario es fundamental para acometer  y arreglar las averías e disfunciones de nuestra estructura económica. Estas medidas de equidad tributaria generan  cambio de modelo tributario que contienen eficacia económica y posibilitan el  cambio del modelo productivo, objetivo último para lograr una sociedad española mejor y sostén del Estado y por ende de España.