APUNTES PARA UN MODELO TRIBUTARIO: EQUIDAD Y EFICACIA
Hay que gravar por lo que se consume y no por lo que se
produce, ya que consumir lo no producido es robar, es parasitar, es depredar y eso es lo que hace el Estado con
los productores. Los tributos nos gustan cuando lo pagan los demás.
Evidentemente hay que generar incentivos para producir y cuando hablo producir,
me refiero a los que producen para el mercado, en una economía monetizada y
pagan impuestos y tributos en general o sea mantienen el sistema.
El sistema se mantiene si se ensancha las bases fiscales del
mismo al tiempo que se hace más equitativo y para ello entiendo que es
necesario, priorizar los impuestos sobre el consumo antes que sobre la
producción en cuanto que, los que están
en la producción no monetizada y no orientada al mercado escapan al pago de
impuestos, pero no del consumo o al menos en su mayor parte.
Por otra parte se hace necesario igualar a las personas
físicas con las personas jurídicas de modo que la potestad otorgada o capacidad
de determinados colectivos de calificar jurídicamente sus ingresos se traduzca
en un menor pago con relación a otros que tienen los mismos ingresos pero
carecen de esa facultad o potestad. En definitiva la diferente naturaleza
jurídica de los ingresos, cuando son de la misma cuantía o volumen no pueden
ser un instrumento de desigualdad o inequidad tributaria.
También hay que indicar la competencia desleal que supone
para nuestros productores y para nuestro sistema en general asumir las
externalidades (transferencias de costes) de bienes y servicios producidos en
el exterior que se importan y que soporta nuestra hacienda pública. A modo de
ejemplo la importación de calzado chino, más barato pero de peor calidad supone
un incremento de gasto sanitario en podología y otras áreas, que cubre nuestra seguridad social o nuestros
bolsillos, pero que no pagan los chinos, sino nosotros, lo cual es sin dudarlo
otra inequidad y no nos podemos ir a China a cobrar las pensiones.
Es otra falta de equidad, en cuanto igualamos las
condiciones de venta de la producción nacional con la del exterior, pero no las
propias condiciones sociales de
producción, lo cual genera una grave asimetría en perjuicio de nuestros
productores y fomentamos la creación de puestos de trabajo en el exterior vía a
la crónica balanza comercial deficitaria. Si se grava el consumo y se exime lo
producido, se fomenta la exportación y penaliza la importación y nuestra
estructura económica requiere equilibrar el desajuste crónico de nuestra balanza
comercial para tener un crecimiento sostenible.
Por otra a la hora de hacer tributar las ganancias por
rendimientos de actividades económicas, se hace evidente incorporar al cálculo del beneficio económico de las
unidades económicas un coeficiente de
ponderación de la ratio ventas/beneficios que evite una menor tributación cuando el
objetivo de la empresa u sector no es la maximización de beneficios, sino
maximizar cuota de mercado. Existe una disfunción en el modelo tributario
cuando se basa y fundamenta en gravar el
beneficio y el objeto de la empresa u sector es la cuota de mercado; pues estas
últimas no contribuyen con arreglo a su capacidad económica. Este coeficiente
de ponderación vendría dado por la estimación global que genera el reporte del
P.I.B. y sería un ajuste fiscal positivo permanente en tanto en cuanto ese
fuese el objetivo (maximizar cuota de mercado).
Otra inequidad es la potestad que se arroga la
Administración al fijar topes de
amortización y que no solo afectan al resultado fiscal. Del mismo modo que la
empresa u entidad económica es libre de fijar los precios de sus productos o/y
servicios, lo tendría que ser de sus costes, de modo a tender a igualar
resultado contable con resultado fiscal vía libertad de amortización y que
habría que extender a aminorar los limites de otros conceptos o cuentas como
provisiones y previsiones. En el fondo de este razonamiento subyace la
primacía de la autonomía de las empresas y demás unidades económicas
sobre el exceso regulatorio y depredador del Fisco.
La reforma del sistema tributario es fundamental para
acometer y arreglar las averías e
disfunciones de nuestra estructura económica. Estas medidas de equidad
tributaria generan cambio de modelo
tributario que contienen eficacia económica y posibilitan el cambio del modelo productivo, objetivo último
para lograr una sociedad española mejor y sostén del Estado y por ende de
España.