“De la mano
muerta al darse cuenta”.
El capital que se alimenta y reproduce mediante la captura
de rentas, mediante la mercantilización de la política, capturando y
secuestrando los intereses generales para convertirlos en sus intereses
privados, se convierte en “Mano Muerta”, porque impide la innovación y por
tanto el desarrollo económico. Podrá haber crecimiento económico por
crecimiento poblacional, pertenencia a área económica pujante………pero no
desarrollo económico.
Este modelo de ganar dinero, de éxito en los negocios
derivado de creación de normativa, obtención de subvenciones, otorgamiento de
concesiones, adjudicaciones de obras……..es el que impera y que posibilita la
partidocracia de un modo asimétrico y trato
desigual, maquillado por el aura
de la legalidad vigente y que les permite perpetuarse en el poder como
maniquíes del escaparate político, tras los cuales, están “los de siempre” en
la trastienda, donde nadie les ve.
Imagínense a dos fabricantes de garbanzos cocidos; uno los vende a cadenas de supermercados,
hoteles y demás particulares, le llamaré alfa y
el otro los vende a cuarteles, asilos y hospitales públicos, le llamaré
beta. Para incrementar sus ventas contratan a comisionistas. El comisionista de
alfa tendrá como argumento de ventas, el discurso liberal de presupuestos
públicos restrictivos, en tanto el comisionista beta tendrá un discurso
socialdemócrata de presupuestos públicos expansivos, ya que así, tanto uno como
otro conseguirán que sus patrocinadores tengan más ventas y por ende más
beneficios, como consecuencia de que sus clientes tienen más dinero. No tengo
que decir que el comisionista, es el que conocemos como político y no por las
mordidas, que también, sino por propagador de argumentos de ventas o
ideologías. Por eso las ideologías ya no sirven para explicar el mundo en que
vivimos y por eso tampoco sirven para resolver los problemas del mundo en que
vivimos.
Y no sirven, porque los presupuestos públicos serán
expansivos o restrictivos en función del ciclo económico en que estemos y no de
lo que creamos o nos interese de modo egoísta e particular. De lo que se trata,
“es el darse cuenta”, que toda ideología es una transferencia de poder, o sea
una imposición de voluntad, pero, que no versa sobre la conducta.
La regeneración del sistema pasa por encontrar un buen
vendedor, no de ideas, sino de ética, de
conducta o comportamiento y esta es transversal y cuyo patrocinador no es un
fabricante de garbanzos cocidos, sino la asociación de fabricantes de garbanzos
cocidos, que los agrupa a todos.
Se trata de llegar a un modelo de ganar dinero basado en la innovación
que nos de eficacia y un marco institucional simétrico que nos de equidad; que
los mecanismos de ascenso y promoción social estén fundamentados en el trabajo,
el esfuerzo, el estudio y el ahorro. Que haya igualdad de partida, pero premio
para los más esforzados.
No se trata de quitar a los de arriba para dárselo a los de
abajo como dicen los rupturistas del sistema (podemos)- y que es lo que gusta
escuchar a los que están abajo- y que así, explotan el malestar social para beneficio de
su experimento de laboratorio social importado de Caracas ( véase el referéndum
revocatorio), sino de cambiar lo que está mal, reformar lo mejorable y
regenerar lo viciado y eso esta importado de la España que soñó ( arbitristas
del siglo XVII, los regeneracionistas del “98”, la agrupación al servicio de la
república …y tantos…..) y eso se llama Ciudadanos y su patrocinador España.
Postdata. El que le
habla, es un soñador que convertía las derrotas del glorioso ejército español
(Rocroi) en victorias cuando era un niño y ahora que soy un viejo, sueño con
una España mejor, con una España que innova y tiene e sostiene instituciones
sanas, que evitan Rocroi.
Francisco Anaya Berrocal, en Málaga a 27 de diciembre de
2015.