domingo, 13 de febrero de 2022

ESPAÑA EN TRANCE, de ruina latente a ruina real.

 

ESPAÑA EN TRANCE, de ruina latente a ruina real.


Cuando ya no nos presten para seguir pagando. ¿Qué será del sueño de Europa?

Mientras los ingresos crecen mas a prisa y en mayor cantidad que los gastos y las deudas, la economía crece y va todo bien.

Pero cuando el crecimiento de la deuda se hace mayor al crecimiento de los ingresos, se tiene que reducir el consumo en otros bienes y servicios para atender el servicio de dicha deuda con el consiguiente fin de deuda de largo plazo y la caída del valor de los activos por este menor consumo.

El exceso de consumo previo se tiene que saldar con un menor consumo posterior. Todo lo demás es engañarnos a nosotros mismos.

Los bancos cuando no pueden bajar los tipos de interés por la depreciación de sus activos y el incremento de la morosidad, no pueden evitar la consiguiente recesión.

Las autoridades monetarias, ya sea el banco central, si es autónomo o el gobierno pueden fijar el volumen de la masa monetaria o el tipo de interés, pero ambas a la vez, no y solo es cuestión de tiempo que está predicción se cumpla, ya que son variables dependientes, la una de la otra. El volumen de ahorro determina el tipo de interés o debiera.

Ha ocurrido también que el gran avance tecnológico (que es deflacionario) ha retardado la inflación.

Pero la continua expansión cuantitativa -acelerada por el Covid y sus efectos- con tipos de interés negativos, no solo los reales, sino también los nominales ha generado inflación y ha generado también, la desconsideración de la deuda pública como un activo libre de riesgo, de que el Estado nunca va a quebrar, de que ya no existen activos libre de riesgo. Este hecho ya apareció con la crisis de la deuda soberana en Europa (2010).

Este hecho conduce que los tenedores de deuda pública a su vencimiento no renueven sus títulos y sea el banco central el comprador de la deuda que emite el gobierno o sea el estado se compra la deuda que emite por obra de la expansión monetaria. Por otra parte actores de los mercados financieros vía derivados incrementan sus apuestas de subidas de tipos.

Por otra parte el mantenimiento de tasas de interés negativas ha favorecido artificialmente la inversión en renta variable permitiendo que cías deficientes (zombis) se mantengan en el mercado expandiendo su ineficiencia e hinchando los precios o cotizaciones por el volumen de dinero comprador, alejándose el precio de su valoración intrínseca. En las propias cías su estructura financiera se ha divorciado de su estructura económica, con las recompras de acciones y otros instrumentos.

También ha aminorado a la renta fija privada, salvo la deuda subordinada por la falta de rendimiento y que está ocasiona la expansión de ampliaciones de capital como sustituto que ha sido digerida por la inflación monetaria.

En este contexto el crecimiento de las cotizaciones no dependen del rendimiento de las cías y sí de los estímulos fiscales y monetarios, que en el momento que cesen provoca la caída como ya ocurriera en el cuarto trimestre de 2018. Hay que tener en cuenta que es la caída de las expectativas las que produce la caída de su cotización y no sus fundamentales.

La capacidad de endeudamiento público está en la marcha de la economía, en su capacidad de generar ingresos públicos mayores al gasto público mas un margen adicional de cobertura para mitigar una subida de tipos de interés y solo las economías que tengan una estructura política saneada de esté trance sobrevivirán.

La mas mínima subida de tipos de interés del BCE provocará que el presupuesto público español- ya de por sí deficitario desde la crisis 2008- y el de otros países de la eurozona tengan que destinar una mayor parte del mismo al pago del servicio de la deuda y que conllevará no solo a una reducción del gasto social, sino también del gasto político. En ese contexto la fragmentación de España y la separación de las Europa norte y sur cobrará fuerza.

Solo la unión fiscal permitirá el mantenimiento de la unión monetaria, condición necesaria que no suficiente, ya que se requerirá que el tamaño de los estados se reajuste.

Al reducirse el gasto público, la paz social no será posible y la violencia crecerá.

Las decisiones políticas tienen que ser a largo plazo y no pueden estar condicionadas por comicios electorales. Y esto, precisamente esto no acontece. Que partido político propone la reducción de las pensiones para su viabilidad y al mismo tiempo solicita el voto de los pensionistas.

¿que ocurrirá cuando se reduzca el botín electoral (el gasto político) entre los regimientos de afiliados de los partidos políticos? Canibalismo orgánico asegurado.

Entre tanto el gobierno que padecemos dice haber incrementado el empleo, pero lo que ha crecido es el empleo público. La pregunta es cuantos empleos privados son necesarios para crear un empleo público o dicho de otra manera cuantos dependientes de comercio, empleados de talleres o de establecimientos hosteleros son necesarios para crear un inspector de sanidad y consumo. Encima los tenemos duplicados en administración local y autonómica, eso sí unos son de productos y otros de establecimientos, pero ambos piden los mismos papeles.

Inflación burocrática, inflación monetaria, inflación política, in-sostenibilidad del sistema de pensiones, quiebra fiscal de las haciendas públicas….toda una serie de ingredientes para conformar una grave sacudida en todo Occidente y con una mayor intensidad en España por la degeneración y agonía cronificada de la quiebra de su sistema político.

La unión fiscal de Europa supone que el norte asuma la deuda del sur y no que la financie o mutualice. La cuestión es: ¿es esto digerible para el electorado nordeuropeo? ¿La subida de tipos de interés acabará con el sueño de Europa?

¿imaginan lo que le dijo el alemán Olaf Scholz a Pedro Sánchez?

Y es que no se puede arriesgar lo que se tiene y se necesita por lo que ni se tiene ni se necesita.






Francisco Anaya Berrocal en Málaga a 13 de febrero de 2022.





sábado, 5 de febrero de 2022

Reforma laboral.

 

Reforma laboral.

Los salarios tienen que crecer de modo natural como consecuencia y efecto de los incrementos de productividad; dicho incremento salarial tiene que ser menor al incremento de productividad que tiene, dado que este último, tiene que abastecer o nutrir a otros factores que contribuyen al aumento de productividad.

Determinar la cuantía salarial por criterios políticos en negociaciones colectivas indiciandolo al IPC u otros instrumentos es atentar al libre mercado y genera la consiguiente reducción de la cantidad de trabajo y por tanto de empleo.

Los convenios de empresa tienen que ser prioritarios -y los convenios del sector solo pueden ser un marco de referencia – para que las cías tengan la necesaria autonomía en el gobierno de la empresa y poder compensar déficit que puedan tener en tecnología, organización….con menores costes salariales y sociales para poder competir y mantenerse en el mercado. ¿Que es mejor tener salarios bajos o irse al paro?

Por otra parte el modelo de “sindicalismo de fabrica” se hace mas necesario porque tanto sindicatos como patronales apenas tienen afiliados y por lo tanto no son representativos y encima son financiados por el Estado, lo que intensifica en el caso español la necesidad de la prioridad de los convenios de empresa. No puede ser que terceros que no son de confianza como los sindicatos digan lo que hay que pagar y demás componentes salariales a los gobernantes de la cía mediante convenios de sector.

Mediante este modelo de funcionamiento de relaciones laborales las mejoras salariales de unos se traducen en el paro de otros, ya que las empresas o los gobernantes de las mismas para seguir conservando su empleo, desemplean a otros.

Si no intervenimos en el mercado de trabajo con la negociación política y dejamos que sea el libre mercado el que lo fije, toda la cantidad de trabajo existente se traducirá en empleo. Pero sino respetamos las leyes de la naturaleza social, padeceremos sus consecuencias: paro.




Francisco Anaya Berrocal en Málaga a 5 de febrero de 2022.