viernes, 20 de abril de 2018

DE LA QUIEBRA FISCAL DEL ESTADO A LA APOTEOSIS CIVIL.


 DE LA QUIEBRA FISCAL DEL ESTADO A LA APOTEOSIS CIVIL.  

La quiebra fiscal del Estado moderno o “estado del bienestar” viene precedida y es consecuencia y efecto de la caída de los  ingresos públicos como resultado de la disminución de las bases fiscales y un incremento de los gastos públicos no sostenibles.
Por la parte de los ingresos apreciamos que:
1
-incrementos de autoconsumo
-aparición y crecimiento de usos y consumos colaborativos o consumos compartidos
- y en general un aumento de actividades de socioeconómicas no destinadas al mercado.
Esta falta de orientación al mercado que principia e informa los tres puntos anteriores suponen una aminoración de las bases fiscales, ya sea por cuantías o número de contribuyentes o/y sujetos pasivos.
2
Por otra parte la asimetría  en el trato a los contribuyentes según a la actividad que se dediquen y la forma jurídica que adopten posibilita:
-falta de progresividad en las personas jurídicas
-diferencia de trato entre personas físicas y personas jurídicas
Y ello acarrea un incentivo para la falta de conciencia fiscal del deber cumplido y la legitimación del fraude, incrementado todo ello por la corrupción política, el despilfarro en la gestión burocrática y  las duplicidades administrativas.
Todos estos factores producen también un decremento de las bases fiscales.
3
La imposición de sistemas tributarios locales para gravar actividades globales a escalas planetaria que posibilitan que escapen a su control, en cuanto extraen materias primas en un sitio, las manufacturan en otro sitio, para transportarlas y distribuirlas en otro y destinarles ulteriores usos en otro sitio, fijando el pago impositivo a su criterio con el paraguas de los agujeros negros que constituyen los paraísos fiscales que provocan el mismo efecto: disminución de las bases fiscales.
En definitiva todo lo que se produce y no se distribuye, sino se auto consume o se comparte (consumo colaborativo) y por tanto no está destinado al mercado, no es susceptible de imposición o escapa a ella, no es gravable y por tanto tributable.
Por la parte de los gastos públicos, nos encontramos con que:
1
El incremento del servicio de la deuda como derivada del déficit público que mantiene el estado del bienestar, que lo hace inasumible ante un incremento de los tipos de interés.
El ejemplo más clarividente es la quiebra de la seguridad social con su sistema de financiación de reparto generacional que con el cambio demográfico es evidente.
Estas debilidades del sistema la exponen al colapso.
2
La partidocracia  dedocrática  como mal que pasta en los partidos políticos para alimento y sustento de sus mesnadas de súbditos y correveidiles de partido que provocan en el funcionamiento de las Administraciones públicas:
-despilfarro
-duplicidad
-corrupción
Que hace inviable el modelo de Estado que tenemos y sostenemos en su vertiente presupuestaria.
Este modelo de Estado no solo, no es sostenible económicamente, sino que no lo es políticamente y que es en último término la causa y efecto de su agotamiento.
No podemos seguir utilizando herramientas del pasado para resolver los problemas del presente, de una sociedad en transición.
1
Las ideologías  son herramientas caducadas para explicar la realidad actual y para resolver los conflictos y problemas coetáneos. No es un problema de ideas sino de comportamiento político y social. No vale lo que piensas, sino lo que haces. Se  trata de implementar e implantar códigos de conducta sociales y políticos que nos permitan superar este trance histórico. Sino mejoramos nuestra conducta, no hay nada que hacer; vendrán otros para quitar a los actuales, pero harán lo mismo: tienen hambre.
2
Extituciones del pasado como sindicatos o partidos políticos están inhabilitadas para articular la sociedad, al margen de su deslegitimación. No responden a las demandas sociales, sino a sus intereses de clase política. El interés colectivo y público es un disfraz de su interés particular y privado. Solo el empoderamiento de la sociedad civil mediante su participación  y colaboración en la producción y distribución de bienes y servicios públicos permitirá conservar y mantener el estado del bienestar. Esto requiere que organizaciones externas al Estado, a las administraciones públicas como partidos políticos y otras que se hallan incardinadas al Estado y que lo devoran sean inhabilitadas como extituciones. Se hace necesario desintermediar no solo la política, sino también la acción administrativa.
3
La desmonetización o desmercantilización de la economía con manifestaciones como el consumo colaborativo requieren de otras formas de producción y distribución de bienes y servicios públicos  ante esa falta  de dotación presupuestaria, que no de recursos económicos y así los bancos del tiempo y a modo de ejemplo, donde el dinero es sustituido por trabajo es un medio fundamental de obtención de recursos económicos en general y tributarios en particular.
4
La desconfiguración del actual modelo de pensar se hace del todo necesaria para avanzar y así poder cambiar el actual modelo de ascenso y promoción social.
Se hace necesario que el modelo de promoción y ascenso social este fundamentado en la superación personal que no en la competitividad (machaqueo del prójimo), en la innovación, en el ahorro y el esfuerzo y eso se logra desconfigurando el modelo de pensamiento e implantando un código de conducta social basado en valores como ser bueno y no contar mentiras o sea en la bondad y la verdad, porque así podremos vivir mejor.
En la medida que aprendamos que estamos conectados los unos con los otros, que para yo estar bien, mi entorno y alrededores tiene que estar bien, avanzaremos. Es como la familia,- pero a lo bestia,- si están bien no te piden dinero.


Francisco Anaya Berrocal, en Málaga a 20 de abril de 2018.