DE LA QUIEBRA FISCAL DEL ESTADO A LA APOTEOSIS CIVIL.
DE LA QUIEBRA FISCAL DEL ESTADO A LA APOTEOSIS
CIVIL.
La quiebra
fiscal del Estado moderno o “estado del bienestar” viene precedida y es
consecuencia y efecto de la caída de los
ingresos públicos como resultado de la disminución de las bases fiscales
y un incremento de los gastos públicos no sostenibles.
Por la parte
de los ingresos apreciamos que:
1
-incrementos
de autoconsumo
-aparición y
crecimiento de usos y consumos colaborativos o consumos compartidos
- y en
general un aumento de actividades de socioeconómicas no destinadas al mercado.
Esta falta
de orientación al mercado que principia e informa los tres puntos anteriores
suponen una aminoración de las bases fiscales, ya sea por cuantías o número de
contribuyentes o/y sujetos pasivos.
2
Por otra
parte la asimetría en el trato a los
contribuyentes según a la actividad que se dediquen y la forma jurídica que
adopten posibilita:
-falta de
progresividad en las personas jurídicas
-diferencia
de trato entre personas físicas y personas jurídicas
Y ello
acarrea un incentivo para la falta de conciencia fiscal del deber cumplido y la
legitimación del fraude, incrementado todo ello por la corrupción política, el
despilfarro en la gestión burocrática y
las duplicidades administrativas.
Todos estos
factores producen también un decremento de las bases fiscales.
3
La
imposición de sistemas tributarios locales para gravar actividades globales a
escalas planetaria que posibilitan que escapen a su control, en cuanto extraen
materias primas en un sitio, las manufacturan en otro sitio, para
transportarlas y distribuirlas en otro y destinarles ulteriores usos en otro
sitio, fijando el pago impositivo a su criterio con el paraguas de los agujeros
negros que constituyen los paraísos fiscales que provocan el mismo efecto:
disminución de las bases fiscales.
En
definitiva todo lo que se produce y no se distribuye, sino se auto consume o se
comparte (consumo colaborativo) y por tanto no está destinado al mercado, no es
susceptible de imposición o escapa a ella, no es gravable y por tanto
tributable.
Por la parte
de los gastos públicos, nos
encontramos con que:
1
El
incremento del servicio de la deuda como derivada del déficit público que
mantiene el estado del bienestar, que lo hace inasumible ante un incremento de
los tipos de interés.
El ejemplo
más clarividente es la quiebra de la seguridad social con su sistema de
financiación de reparto generacional que con el cambio demográfico es evidente.
Estas
debilidades del sistema la exponen al colapso.
2
La partidocracia dedocrática
como mal que pasta en los partidos políticos para alimento y sustento de
sus mesnadas de súbditos y correveidiles de partido que provocan en el
funcionamiento de las Administraciones públicas:
-despilfarro
-duplicidad
-corrupción
Que hace
inviable el modelo de Estado que tenemos y sostenemos en su vertiente
presupuestaria.
Este modelo
de Estado no solo, no es sostenible económicamente, sino que no lo es políticamente
y que es en último término la causa y efecto de su agotamiento.
No podemos
seguir utilizando herramientas del pasado para resolver los problemas del
presente, de una sociedad en transición.
1
Las
ideologías son herramientas caducadas
para explicar la realidad actual y para resolver los conflictos y problemas
coetáneos. No es un problema de ideas sino de comportamiento político y social.
No vale lo que piensas, sino lo que haces. Se
trata de implementar e implantar códigos de conducta sociales y
políticos que nos permitan superar este trance histórico. Sino mejoramos nuestra
conducta, no hay nada que hacer; vendrán otros para quitar a los actuales, pero
harán lo mismo: tienen hambre.
2
Extituciones
del pasado como sindicatos o partidos políticos están inhabilitadas para
articular la sociedad, al margen de su deslegitimación. No responden a las
demandas sociales, sino a sus intereses de clase política. El interés colectivo
y público es un disfraz de su interés particular y privado. Solo el
empoderamiento de la sociedad civil mediante su participación y colaboración en la producción y
distribución de bienes y servicios públicos permitirá conservar y mantener el
estado del bienestar. Esto requiere que organizaciones externas al Estado, a
las administraciones públicas como partidos políticos y otras que se hallan
incardinadas al Estado y que lo devoran sean inhabilitadas como extituciones.
Se hace necesario desintermediar no solo la política, sino también la acción
administrativa.
3
La
desmonetización o desmercantilización de la economía con manifestaciones como
el consumo colaborativo requieren de otras formas de producción y distribución
de bienes y servicios públicos ante esa
falta de dotación presupuestaria, que no
de recursos económicos y así los bancos del tiempo y a modo de ejemplo, donde
el dinero es sustituido por trabajo es un medio fundamental de obtención de
recursos económicos en general y tributarios en particular.
4
La
desconfiguración del actual modelo de pensar se hace del todo necesaria para
avanzar y así poder cambiar el actual modelo de ascenso y promoción social.
Se hace
necesario que el modelo de promoción y ascenso social este fundamentado en la
superación personal que no en la competitividad (machaqueo del prójimo), en la
innovación, en el ahorro y el esfuerzo y eso se logra desconfigurando el modelo
de pensamiento e implantando un código de conducta social basado en valores
como ser bueno y no contar mentiras o sea en la bondad y la verdad, porque así
podremos vivir mejor.
En la medida
que aprendamos que estamos conectados los unos con los otros, que para yo estar
bien, mi entorno y alrededores tiene que estar bien, avanzaremos. Es como la
familia,- pero a lo bestia,- si están bien no te piden dinero.
Francisco
Anaya Berrocal, en Málaga a 20 de abril de 2018.