viernes, 24 de julio de 2015

MEMORIAS DEL ÚLTIMO ESPAÑOL DE ESPAÑA: 1

Había pasado ya mucho tiempo de todo aquello; sin embargo la memoria estaba presente y atormentaba el devenir diario con aquellas sacudidas mentales que le brotaban de sus entrañas.
Sin darse cuenta se estaba haciendo mayor y le albergaba una sensación de estar dejando pasar la vida, sin hacer lo que realmente quería; esperando un no se qué, que no ocurría y le hacia languidecer.
Su vida no solamente era monótona y aburrida, carente de alegrías y llenas de temores propiciados por esa falta de valor que le impedía salir del atolladero en el que estaba metido.
Y en ese atolladero emergían  esas voces que le hablaban a su interior; que procedían del pasado pero que no podía transmitirlas a su presente, ni siquiera proyectarlas a su devenir en cuanto que no alcanzaban  razón, para poder exteriorizarlas y comunicarlas.
Sabía que le hablaban, pero solo alcanzaba a eso,” ruido”,  sin llegar a entender nada, no sabía leer el pasado y ello le condenaba a un círculo del que no podía salir, por no saber salir ,cuando necesitaba , obtener y disfrutar de una paz interior que no alcanzaba a sentir.
Habían pasado muchos años y se repetía una vez y otra vez.
Federico tardo mucho tiempo en aprender a hablar, según  me decía mi vecina, como si acaso tal vez, el lenguaje del pasado quisiera brotar, impidiéndole hablar.
Me decía mi vecina, que el niño no se esforzaba lo mas mínimo, en cuanto que rodeado de tías, abuela, tata, amigas de las tías….sus deseos eran ordenes con simples gestos o averiguaciones de sus familiares. Era el primogénito y su egocentrismo quedo roto con la venida al mundo de su hermano, que andando, al poco tiempo traducía a mama lo que decía o quería su hermanito mayor.
Pasaron los años y el niño se fue haciendo mayor, “entendiendo de todo”, con un miedo permanente a hacerse mayor y que se traducía en su miedo a las niñas de su edad y tener que enfrentarse con la vida; era miedo a la vida lo que tenía: por eso quería escuchar las voces del pasado, pero no se quedaba mudo, para oírlas y por ello le brotaban elucubraciones, a las que trataba  de dar orden y forma en  escritos imaginarios.
Estudio Historia, consecuencia clara de ese grito desgarrador de impotencia, de un no saber hacer, de desidia, de abulia, de cómo se agota, de cómo se acaba un producto histórico llamado España.
Fruto de un aborto histórico, de un proyecto fracasado de vida en común entre todas las tribus de Hispania. Amputada bestialmente en 1640, por poco en aquel entonces no acabo de nuevo en un conjunto de taifas. España solo existió frente al exterior, frente a un enemigo exterior, que asolase el solar ibérico.
Pero que le importa todo esto, a un llamado (por los bienpensantes) ciudadano del estado español, estas reflexiones de un lector de libros de historia, que en su imaginario, modificaba las derrotas por victorias y hacia del huerto hispano, el cetro de la corona de un imperio que asolaba toda la faz de la Tierra.
Y mientras corría la tinta sobre el papel, persistía su firme y ferra voluntad, su inquebrantable determinación, de hacer sueño su realidad y realidad lo que, era su imaginario
¿Pero en que mundo vivía  Federico?
Habían pasado los años y algo se había muerto o se estaba muriendo y un grito desgarrador brotaba y rebrotaba de su garganta: todavía sigo siendo español.



miércoles, 8 de julio de 2015

ERASE UNA VEZ, UNA COMUNIDAD DE PROPIETARIOS DE UN EDIFICIO…………….
Erase una vez, una comunidad de propietarios de un edificio, que como  casi todas las comunidades tenía un presidente y un administrador. En el edificio había propietarios que vivían en la casa y otros que no, dado que lo destinaban a sus quehaceres profesionales (médicos, abogados, asesores…….etc.) y otros que lo rentaban (caseros). Con este elenco de vecinos discurría la vida de la comunidad, de tal modo que cuando tocaba fecha para la reunión anual ordinaria, que por otra parte variaba en su fijación de fecha de convocatoria, de manera,  que el administrador avisaba al presidente con antelación suficiente, para que este obtuviese la firma favorable de representación de aquellos vecinos, que no fuesen a asistir, ya fuese por desidia, desinterés  u el motivo que fuese y así entre estos y los que no asistían sin delegar mandato, el presidente iba a la reunión con mayoría suficiente para ganar las votaciones, donde el orden del día de la sesión transcurría conforme a los intereses del administrador, de manera que se aprobaban los presupuestos de obra por él motivados y las consiguientes derramas. Pese al elevado precio que se pagaban por sus servicios, la ignorancia de los costes de presupuestos alternativos, la desidia  de muchos comuneros y la habilidad del administrador, fogueado en su comparecencia en multitud de reuniones de comunidad dada su dilatada experiencia , permitía dicha situación en la comunidad y los consiguientes  rendimientos que inflaban sus bolsillos, abonando al presiente (tonto útil) calderilla, como era la exención de la cuota,  o el teléfono móvil  que hasta se incluían como gastos de comunidad pertinentes; prebendas que satisfacían las de un jubilado de escasa renta  y de abundante tiempo libre que llenar con los quehaceres y entresijos de la comunidad que  hacían de él, una persona servicial  para ciertos comuneros, de los que posteriormente obtenía representación.
En esa apariencia de legalidad no recurrible ante los juzgados, por guardar las formas jurídicas pertinentes, el administrador iba inflando los presupuestos y de camino sus mordidas o comisiones de servicio, ante lo cual el vecino conocedor de dicha situación por conocer de presupuestos alternativos más económicos por los servicios adquiridos y la imposibilidad de acreditar fehacientemente las mordidas se veía imposibilitado de demostrarlo y máxime cuando el hábil administrador se parapetaba en las reuniones de comunidad en la colisión de intereses entre vecinos, al argumentar divergencias  entre los propietarios de locales y de viviendas, al tener que sostener cargas sin que hicieran uso de los servicios que sufragaban (llamase ascensor, portero electrónico, limpieza de escaleras….etc.) de modo que hacía apreciar en otros vecinos, como un conflicto personal entre vecino y administrador  por las cosas que se decían, sin vislumbrar el fondo que subyacía. Y así cuando el vecino discrepante presentaba ofertas alternativas por los servicios, como por ejemplo la póliza de seguro de comunidad, que suponían una reducción del 50% de la prima con las mismas prestaciones, cuando no más como la R.C., el administrador hábilmente y aprovechando la ignorancia de los pocos comuneros que asistían a la reunión, manipulaba el desarrollo de la reunión alegando diferencias de prestaciones, cuando eran menores la de la póliza que el suscribía en nombre y cuenta de la comunidad.
En esta situación discurrió la vida de la comunidad durante años, hasta que la edad avanzada del presidente, con la consiguiente sustitución por un propietario joven y formado,  la falta recursos de la comunidad ante la imposibilidad de subir más las cuotas y la pérdida de ingresos por el alquiler de espacio comunitario motivaron que el vecino discrepante dejará de estar solo y se unieran nuevas voces que se rebelaban y ponían en solfa el orden existente hasta entonces en la comunidad, solicitando de modo abierto la no renovación del administrador en el próximo conclave o reunión de comunidad y una auditoría de cuentas por existir ya una sospecha generalizada, que rozaba la certeza de que el administrador había cometido irregularidades y que al final el vecino vilipendiado y que sostenía un enconado conflicto personal con el administrador tenía razón durante todos estos años pasados.
Se habían dado las circunstancias necesarias para el cambio y solo entonces se pudo llevar a cabo.
Eso que aconteció en una comunidad de vecinos acontece en la sociedad española y lo hace en base a que se hace del todo necesario ajustar el nivel de gasto público a nuestra renta nacional, en cuanto los ingresos fiscales han caído (las cuotas de la comunidad) y no solo por la pérdida de crecimiento económico sino también por el incremento de actividades que se realizan para el autoabastecimiento y no para el mercado y por tanto no gravables así como la hiper regulación tributaria y su complejidad que permite la evasión fiscal,  lo que conlleva al ocaso del modelo tributario.
A ello se une una  gestión de lo público basada en recortes sociales, del todo necesarios que se deslegitiman al no ir acompañados de la eliminación de los gastos de la partidocracia (administrador de finca) que generan despilfarro, corrupción y otras ineficiencias y disfunciones que no permiten el desarrollo económico y por ende el crecimiento económico.
Y en ese escenario surgen las ofertas para la llevanza y gobernanza de la comunidad española que se llaman Ciudadanos y Podemos que se van estudiar por parte de los vecinos en el próximo conclave.  Y de lo que se trata no es elegir administrador y delegar, sino auto gestionar  y participar para evitar la quiebra de la comunidad.
El modelo de crecimiento de estímulo de la demanda interna vía endeudamiento ha llegado a su fin en Occidente y lo que toca si o si es reformas estructurales y disciplina presupuestaria, así como democracia participativa, que habiliten el paso al desarrollo económico,  antecedente del crecimiento continuado y sostenible y este guión es más adecuado para Ciudadanos, si deja de guardar las formas con el antiguo administrador (partidocracia:Ppsoe)  y les hace el vacío.

Málaga a 30 de junio de 2015.