sábado, 19 de enero de 2019

¿ES CONSTITUCIONAL EL SISTEMA DE PARTIDOS POLÍTICOS ESPAÑOL?


¿ES CONSTITUCIONAL EL SISTEMA DE PARTIDOS POLÍTICOS ESPAÑOL?



Dicen que tal o cual partido es populista, los que lo dicen, no se miran en sus adentros, ya que ellos son los primeros populistas (PP y PSOE) y los que han dado eclosión a nuevas incorporaciones (Podemos y Cs) y ahora le toca a VOX, último fichaje del sistema político español.
Populismo es mentir a sabiendas de que mientes, para obtener el beneplácito del público electoral al que te diriges, diciéndoles lo que quieren escuchar a sabiendas, repito de que no se puede cumplir lo manifestado. Así los programas electorales se convierten en instrumentos para ganar elecciones como objetivo, para detentar el poder por detentarlo, al tiempo que colocan a los regimientos de afiliados de partido en cargos políticos cuando no se crean plazas ad oc o puestos en las administraciones paralelas y dejan de ser un instrumento para transformar la sociedad conforme a una dirección ideológica dada. Un análisis de coste-beneficio de las medidas de los programas electorales es delatador por su ausencia, por no hablar de la falta de memorias económicas, que cuantifique el impacto de las medidas programáticas.
La impunidad no solo es referida al proceso electoral, sino que se amplia y amplifica a la acción de gobierno con la elaboración de presupuestos públicos imposibles de cumplir, pero que contentan a la parroquia de turno, subordinando el interés general a intereses personales, sectoriales, territoriales y partidistas.
Amigo si las desviaciones presupuestarias que superasen un umbral dado fueran penadas con cárcel, si los incumplimientos electorales otro tanto, si mentir no solo en sede parlamentaria, sino en la actividad política en general fuese penado, los cargos públicos se mutarían en cargas y no podrían valerse del cargo para intereses no confesables, sino servir en el cargo o sea servicio público.
La tolerancia de la mentira y su falta de castigo engendra un sistema populista, no de partidos, sino de la totalidad del sistema de partidos políticos español. Esta tolerancia de la mentira y la opacidad por la que la mierda de unos es tapada con la de otros, hace que la salida de este sistema viciado, venga por la vía del cambio de funcionamiento y organización interno de los partidos:
a) por la que, la comunicación vertical interna sea de abajo a arriba, lo que implica de la existencia de comunicación horizontal o sea de afiliado a afiliado sin pasar por el filtro de órganos superiores. Los procesos democráticos se producen de abajo a arriba, nunca de arriba a abajo
b) órganos externos al partido fiscalicen el censo de afiliados
c) financieramente dependan solamente de las cuotas de afiliados y operaciones de financiación colectiva y no del erario público o sea que dependan de los afiliados de base y no de los votos obtenidos. Así como tampoco puedan endeudarse.
d) que la LOREG se aplique al régimen electoral de los partidos y no de forma supletoria o informadora  como principio general.
e) que las autoridades de registro y las autoridades de recuento en votaciones digitales sean diferentes y externas al partido.
Si la estructura interna del partido no es democrática, el partido político no es constitucional. La pregunta es ¿son constitucionales los partidos políticos españoles (incluyo a los separatistas)?
¿van a cambiar el modus operandi los partidos? ¿Y si no lo hacen, tiene capacidad la sociedad civil de hacerlo?
La fragmentación del sistema político con la incorporación de nuevas fuerzas políticas posibilita que sectores de la sociedad que no votaban, que estaban fuera del sistema se incorporen, al tiempo que está atomización en los centros de poder aminora la villanía del rodillo del ganador.
Nuevos actores y nuevas relaciones entre ellos posibilita otro modo de actuar en política, se hace necesario colaborar y cooperar para gobernar (véase Andalucía= PP+Cs+Vox), así como el Parlamento adquiere mayor protagonismo al diferir acuerdo de gobierno de la acción de gobierno.
Desterrar los usos y costumbres, el manejo informal en el funcionamiento de los partidos políticos del sistema político español implica necesariamente abolir la partidocracia imperante y para ello, la división de poderes dentro del partido es su causa y consecuencia; lamentablemente no se avistan dichos cambios y así las ejecutivas controlan a los órganos disciplinarios y la creación de normativa interna.
En ese escenario los movimientos sociales que surgen como afectados por fraudes bancarios, confiscaciones de herencias, servicios sanitarios…….etc se hayan ninguneados por el sistema que les da voz sin voto posibilitando su radicalización o huida del sistema.
El divorcio de la gente con relación a sus políticos es la expresión de la “no representación”, “del no me representan”, de su hastío por la política, del vomito que les produce escuchar a políticos.
Por ello y en base a ello pregunto: ¿es constitucional el sistema de partidos políticos español? Porque sino me representan, no son constitucionales y así en los últimos comicios andaluces realizados en clave nacional cuando son unas elecciones regionales cerca de la mitad del censo voto en blanco, voto nulo o no voto y de eso no se habla y es que los medios de comunicación clásicos tampoco me informan.


Francisco Anaya Berrocal en Málaga a 19 de enero de 2019.

sábado, 12 de enero de 2019

¿REFERÉNDUM?


¿REFERÉNDUM?
Una cosa es reformar la constitución, para mejorarla, adaptarla a nuevas exigencias y desarrollarla para su perpetuación y otra cosa es reformarla para abrir un proceso constituyente e ir hacia otra cosa o sea destituyente.
Pablo Iglesias y su armada (podemos) con sus tropas auxiliares (confluencias), así como los separatistas quieren un referéndum sobre la forma de Estado para abolir la Monarquía y abrir un proceso constituyente. Y digo yo, que tal vez lo que habría que hacer en primer lugar es realizar un referéndum sobre el modo de producción económico o sea si socialista o capitalista y de la misma manera que si en un referéndum sobre la forma de Estado, si saliese República, la Monarquía sería abolida, si saliese triunfador el sistema económico capitalista sobre el sistema económico socialista, serían abolidos los partidos políticos socialistas. No les quepan la menor duda que de ganar el sistema socialista, los partidos políticos pro mercado serían barridos.
Es cierto que el modo de producción capitalista tiene como modo político la democracia liberal basada en la competencia entre diversas alternativas políticas y sus consiguientes opciones ideológicas. Es tal el grado de libertad y tolerancia de la democracia liberal, que no marca apenas límites, permitiendo y consintiendo en su seno el albergue y alojamiento de fuerzas políticas que quieren destruir dicho sistema político (democracia liberal) como son los socialistas que quieren alcanzar la sociedad socialista por medios políticos o pacíficos y los comunistas que no dudan en emplear medios violentos o revolucionarios para alcanzar la sociedad socialista. Los partidos fascistas tras la II guerra mundial no se toleran en gran parte de países.
La competencia entre opciones políticas ha de ser leal con el sistema político que las cobija, pues si lo que pretenden es destruir dicho sistema político y el sistema económico que lo sustenta se generan disfunciones dentro del sistema que lo pervierten y lo quiebran.
Así cabe distinguir a la socialdemocracia que pretende dar solución a los fallos del mercado mediante el intervencionismo público y en último término reformar el capitalismo para su perpetuación y el socialismo que pretende reformar el capitalismo para llegar al sistema económico socialista.
En España en el seno del sistema de partidos políticos teníamos un PSOE con doble alma que se nutria de bases socialistas y una cúpula socialdemócrata que la dirigía y ordenaba, teniendo un electorado variopinto (progresistas, socialdemócratas y socialistas). Esto cambio con el pacto del Tinell para ejecutar un cordón sanitario al PP, al objeto de romper el bipartidismo o sea transformar el duopolio en monopolio y así como transformar “el estado autonómico” en una confederación de la España de las regiones con la España de las nacionalidades, siguiendo la semántica constitucional.
De está dinámica surge un frente rupturista liderado por Zapatero II (doctor Sánchez), que se eleva al poder defenestrando a la cúpula socialdemócrata del PSOE y que es acompañado por los comunistas de Podemos y los nacionalistas separatistas de Cataluña y Basconia, tanto de derechas como de izquierdas.
Por ello la democracia liberal española está rota al menos en su aspecto informal y requiere perder peso o sea marcar límites sobre los que no se pueden cuestionar como la unidad nacional, la economía libre o capitalista y el pluralismo político.
Por todo ello se hace necesario que los españoles se pronuncien y hablen en un referéndum sobre si quieren:
- ¿vivir en una España simétrica (demolición de la España autonómica, al menos la que conocemos) o asimétrica (confederación o independencia de Basconia y Cataluña)?
- ¿sistema económico socialista o capitalista? Lo que no se puede es vivir en una sociedad capitalista con gobiernos que hacen políticas socialistas desalentando el emprendimiento, fomentando el consumo sin trabajar1 al redistribuir riqueza que otros han creado, al esforzarse en adquirir conocimientos y habilidades2.
-¿expulsar o no del sistema político a los partidos políticos que propongan romper la unidad nacional, la democracia liberal y el libre mercado?
Responder a estas preguntas es el ejercicio natural de la soberanía nacional , de la capacidad de trasladar la voluntad colectiva al seno institucional, al marco constitucional.
Dicha respuesta la tienen que dar todos los españoles ya que las decisiones que afectan a todos es pertinente que la respondan todos3.


1-percibimos pensiones asistenciales o no contributivas, servicios sanitarios o servicios educativos por el hecho de existir y residir en un territorio español, sin tener que pagar por ello, solamente votar en una dirección determinada que perpetué este orden de cosas.
2-los bienes no nacen de la nada, sino que alguien los crea y otros lo reparten sin haber intervenido en su creación (superestructura ideológica y político-institucional).
3- pudiera ser que en Cataluña el independentismo no ganará y en Andalucía ganase la opción de segregar a Cataluña de la unión española.

Francisco Anaya Berrocal en Málaga a 2 de enero de 2019.