EDAD NEOMEDIA.
La izquierda
transmite la idea de que la derecha protege a los poderosos, a los ricos y que ellos,
los de la izquierda van a quitar, a los de arriba, para dárselo a los de abajo.
Si la derecha no se quita ese sambenito, no podrá ganar. Esta
idea interiorizada e inoculada se transforma en creencia.
Esta izquierda vende ahora, que los transversales, los no
ideológicos, son derecha disfrazada, que son unos pijos, palabras textuales
de……En una palabra sobran descalificaciones, faltan argumentos. Una mercadotecnia simple, corta y directa, sin
entrar en el contenido o sea política como espectáculo de consumo de los
redentores de almas insatisfechas y resentidas por el orden existente. No
aceptar el orden existente, es no aceptar la escala de valores reinante por las
que unos se subordinan a otros para conseguir fines y objetivos comunes y así a
modo de ejemplo para que ahorrar, para ser el más rico del cementerio, avaro,
acaparador, es algo carca, trasnochado…..gástatelo; sin ahorro no hay inversión
y sin inversión, no hay empleo.
La no aceptación de un destino colectivo, esa lucha que nos
envuelve, la resignación de aceptarlo es algo inevitable, que hace que pase por
la vida de una manera necesariamente insatisfecha. Esa insatisfacción, esa
represión conlleva un vivir atormentado que posibilita el populismo, que
utiliza las reglas de la alternancia, para una vez llegado al poder,
destruirlas para perpetuarse en régimen, confundiéndose partido y gobierno y
así suprimir cualquier fuente de contrapoder.
Se necesita para ello, la implantación de un consenso
generalizado para aplicar una escala de valores como esfuerzo, ahorro,
innovación…..para evitar la esclerosis social procedente de la partidocracia,
que no son más que grupos de personas organizadas en partidos políticos, que
extraen al resto de la sociedad recursos, vía: tributos, privilegios y
regulaciones justificándolo en el nombre del progreso, la justicia social, la democracia….
La derecha por su parte, ya no puede narrar el cuento de de
la vaca lechera, por él cual, ellos los de siempre, saben que para que se pueda
ordeñar la vaca, hay que darle de pastar, para que la vaca siga produciendo
leche y eso ellos, lo saben hacer como nadie, en cuanto son excelentes mamones,
en tanto los de la izquierda, como nunca
han mamado dado que siempre han sido unos muertohambres, cuando cogen la vaca,
la destrozan y no le dan de pastar, para que siga produciendo leche. Pero
ocurre, que la vaca no produce leche, ni con ellos ni con los otros, porque la
vaca esta seca por la codicia cortoplacista.
En este contexto, los hijos de los de en medio pasan a
engrosar las filas de los que están abajo, de manera que nunca alcanzaran la
seguridad y el confort material de sus padres, cuyo ahorro privado (herencias)
es confiscado por el Estado para mantener y hacer crecer el ahorro corporativo.
La ampliación y amplificación de las bases sociales de los de abajo, por el
exterminio que se produce, en los de en medio, posibilita y sustenta, el ascenso
del populismo como producto político, que certifica socialmente la mutación de
clases sociales en masas y el advenimiento de una edad neomedia que consagra el
estancamiento y la esclerosis social e
histórica.
Francisco Anaya Berrocal, en Málaga a 11 de agosto de 2015.