LA QUIEBRA DEL RÉGIMEN DEL 78. II Parte
LA QUIEBRA DEL
RÉGIMEN DEL 78. II Parte
Tenemos lo que nos
merecemos. No vale quejarse y quejarse para luego no hacer nada.
Los políticos son
la expresión de la sociedad en ese ámbito, no salen de la quinta
puñeta, ni los han parido madres especiales. Nosotros el resto de la
gente, no somos mejores; ¿quien ha puesto a esos políticos en la
poltrona? ¿ que hacemos nosotros por remediar esa situación?: nada
de nada.
El mecánico de
lavadora engaña al ama de casa, para luego él ser engañado por el
dentista; este a su vez por el bancario, que es el marido de la ama
de casa. Es la economía circular del engaño y vivir así, es mas
difícil.
Se tienen que poner
las cosas peor, para que se produzca una reacción; solo unos pocos,
visionarios de lo que nos espera, lucha por un mundo mejor, por una
España mejor.
Se va generando en
la atmosfera social, como consecuencia del hartazgo de la política y
los políticos, un clima socioambiental y cultural, propiciatorio
para que se vaya justificando la violencia para obtener fines
políticos y convivenciales; así se va desarrollando una radical
intolerancia hacia los que no comparten sus mismas ideas. Esto no
solo ocurre en diversas capas sociales, sino entre la propia clase
política, que no quieren compartir el espacio político y si
desterrar a sus rivales de dicho espacio: la confrontación está
servida. El enfrentamiento político es expresión del enfrentamiento
social; esta latente, soterrado pero fa presto a salir con el
advenimiento de una coyuntura propiciatoria. El respeto se ha
perdido, cada vez hay menos educación y la anomia se impone y se
legitima por la impunidad existente, que no sanciona las violaciones
del orden vigente, que es más bien: desorden.
Esto se rompe,
España se rompe y no hacemos nada y por lo tanto nos extinguiremos
como nación.
En ese silencio
patriótico, un grito desgarrador clama: Iberia se sumerge como la
Atlántida.
Una voz se levanta,
clamando y reclamando seguir siendo español. Se llama VOX
La polarización
esta servida. La derecha gano la guerra, la izquierda gano la
transición. En el ahora presente surge una derecha sin complejos ni
ataduras, que revindica el dominio del relato histórico, que hace
frente en la batalla no solo de las ideas, sino también en la
batalla de las creencias, que cuestiona el orden existente (la
España de las Autonomías) para posicionarse como la liberación de
la corrección política que nos está llevando a la parálisis como
sociedad y nación.
El advenimiento de
está derecha limpia y sin complejos es una de las expresiones de la
quiebra del régimen del 78.
Francisco Anaya
Berrocal, en Málaga a 17 de noviembre de 2018.