viernes, 10 de enero de 2020

LA ECONOMÍA CIRCULAR DE ENGAÑO.


LA ECONOMÍA CIRCULAR DE ENGAÑO.


La señora de la casa se le averío la lavadora por lo que tuvo que llamar al técnico de la lavadora, el cuál cuando se persono, percatándose de la ignorancia de la señora en mecánica de lavadora y aprovechándose de ello, le facturo mas de lo que le correspondía. Le pregunto que si quería factura, en cuyo caso le tenía que cobrar aparte el IVA; la señora le dijo que no quería pagar mas, por lo que no le confecciono factura.
Este mecánico de lavadora llevaba una semana colosal a base de amas de casa analfabetas en lavadoras, salvo por el dolor de muelas que padecía y que le llevo a ir al dentista dejando de cumplir servicios solicitados. Al entrar en la consulta del dentista todo engalanada fue atendido por el mismo, el cuál se percato de la ignorancia dental del susodicho y como debía un pastizal al banco por las obras para la consulta, cliente que entraba procedía a romperle la cartera para compensar el arreglo de boca, de manera que donde había 4 averías dentales se mutaban en 7 y ahora averigua.
Al día siguiente el dentista coincidió en el banco, con el contratista que le había hecho las obras de la consulta, ya que ambos iban a ingresar efectivo en sus cuentas para aminorar sus deudas.
El bancario que les atendía conocedor de la ignorancia en matemáticas financieras de los clientes y ante la presión que le ejercía sus superiores en aras a conseguir los objetivos propuestos por la dirección, les cargo hasta comisiones por respirar el aire acondicionado de la oficina aparte de seguros por fallecimiento, alarmas antirrobo o un plan de pensiones, que lo que desgravaba era menor que la rentabilidad negativa que obtenía y que cuando lo rescatase, le esperaría Hacienda (por eso de diferir de renta).
El bancario harto de todo el día de aguantar a sus jefes y sus clientes, cuando llego a su casa empezó a aguantar a su mujer, que le narraba la multa que le había pagado al técnico de la lavadora.
Esta narración explica porque el Doctor Sánchez (Zapatero II) es presidente del gobierno.
Los políticos no los han parido madres especiales, sino que son el reflejo de la sociedad en ese ámbito; la gente no es mejor que la clase política, de manera que tenemos y sostenemos lo que somos.
En definitiva, como nos decían las monjas: sed buenos y no contéis mentiras. Solamente con que fuésemos menos malos los unos con los otros y contáramos menos mentiras, se solucionaban una pecha de males que padecemos. Cuando se vive y se convive con la mentira, con el engaño, es muy difícil vivir y así, si tenemos que arreglar el alicatado de la cocina porque se nos cae, nos asustamos no ya porque se caigan los azulejos, sino por los presupuestos de los contratistas, sin saber cual será él que no nos engañe, y no por el monto, que también.
Esta cadena de engaños produce una alteración de los precios que genera ineficiencias y precios hinchados que afectan a nuestra competitividad, ya que la falsificación, el engaño y la mentira son mas caras que la probidad; ya que está última gana a largo plazo.
De manera que si actuamos y votamos en función de nuestros intereses de clase, territoriales o sectoriales y no en función de los intereses generales, de lo que es mejor para la comunidad o la nación y no solo para mí, no nos podemos quejar que el doctor Sánchez y otros subordinen los intereses generales, no ya a los intereses de su partido o pedanía, sino a sus intereses personales.






Francisco Anaya Berrocal, en Málaga a 10 de enero de 2020.